Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Proverbios 19:10 - Nueva Biblia Española (1975)

10 No le va al necio vivir con lujo; cuánto menos al siervo mandar a los príncipes.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 No conviene al necio el deleite; ¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¡No es correcto que un necio viva rodeado de lujos ni que un esclavo gobierne sobre príncipes!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 No conviene que un tonto viva en el lujo, y menos aún que un esclavo mande a los príncipes.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

10 El lujo no conviene al insensato, ¡Cuánto menos al siervo tener dominio sobre príncipes!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 No le cuadra al necio la vida regalada: y menos aún al siervo dominar a los señores.

Féach an chaibidil Cóip




Proverbios 19:10
17 Tagairtí Cros  

Yo he sido hoy blando, aunque ungido como rey, mientras que esa gente, los hijos de Seruyá, han sido más duros que yo. Que el Señor pague al malhechor su merecido.


Obedeciendo al rey, los correos partieron veloces. El edicto fue promulgado en la acrópolis de Susa, y mientras el rey y Aman banqueteaban, toda Susa quedó consternada.


No le va al necio lenguaje elevado, mucho menos al noble labios embusteros.


Otros proverbios de Salomón que recogieron los escribientes de Ezequías, rey de Judá.


Se atacará la gente, unos a otros, un hombre a su prójimo; se amotinarán muchachos contra ancianos, plebeyos contra nobles.


No te alegres, Israel, no te regocijes como los paganos, porque te has prostituido abandonando a tu Dios. Vendiste tu amor en todas las eras de trigo;


Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino, y banqueteaba todos los días espléndidamente.


Estando en el abismo, en medio de los tormentos, levantó los ojos, vio de lejos a Abrahán con Lázaro echado a su lado,


¡Empiecen el lamento, el duelo y el llanto! ¡Conviértase su risa en duelo y su alegría en consternación!


Al volver Abigail encontró a Nabal celebrando en casa un banquete regio; estaba de buen humor y muy bebido, así que ella no le dijo lo más mínimo hasta el amanecer.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí