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Proverbios 16:2 - Nueva Biblia Española (1975)

2 El hombre piensa que su conducta es limpia, pero es Dios quien pesa los corazones.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 La gente puede considerarse pura según su propia opinión, pero el Señor examina sus intenciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Cada cual justifica sus decisiones, pero Yavé sopesa los espíritus.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, Pero YHVH pesa los espíritus.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 El hombre piensa que su conducta es recta; pero es Yahveh quien escruta los espíritus.

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Proverbios 16:2
23 Tagairtí Cros  

Porque se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida.


El necio está contento de su proceder, el que escucha el consejo es sensato.


Hay caminos que parecen derechos, pero van a parar a la muerte.


La plata en el horno, el oro en él crisol, el corazón lo prueba el Señor.


Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los corazones.


Porque digas: 'No me doy cuenta', ¿no lo va a saber el que pesa los corazones? El que vigila tu vida lo sabe y paga al hombre sus acciones.


hay quien se considera limpio y no se lava su inmundicia,


porque los caminos humanos están patentes a Dios, él examina todas sus sendas;


La senda del justo es recta, tú allanas el sendero del justo.


Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para pagar al hombre su conducta, lo que merecen sus obras.


'Pesado': Te ha pesado en la balanza y te falta peso.


El ángel del Señor le dijo: ¿Por qué golpeas a tu burra por tercera vez? Yo he salido a hacerte frente, porque sigues un mal camino.


Jesús les dijo: Ustedes son los que se las dan de intachables ante la gente, pero Dios los conoce por dentro, y ese encumbrarse entre los hombres le repugna a Dios.


Para el mensajero de la iglesia de Tiatira escribe así: Esto dice el Hijo de Dios, el de ojos llameantes y pies como bronce:


Alos hijos que tuvo les daré muerte; así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escruta corazones y mentes y que les voy a pagar a cada uno de ustedes conforme a sus obras.


Por entonces no había rey en Israel. Cada uno hacía lo que le parecía bien.


Los que bebieron lengüeteando (llevándose el agua a la boca con la mano) fueron trescientos; los demás se arrodillaron para beber.


Pero el Señor le dijo: No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia. El Señor ve el corazón.


No multipliquen discursos altivos, no echen por la boca arrogancias, porque el Señor es un Dios que sabe, él es quien pesa las acciones.


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