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Oseas 1:10 - Nueva Biblia Española (1975)

10 El número de los israelitas llegará a ser como la arena de la playa, que ni se mide ni se cuenta, y en lugar de llamarlos Nopueblomío, los llamarán Hijos de Dios vivo.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Sin embargo, llegará el día cuando el pueblo de Israel será como la arena a la orilla del mar, ¡imposible de contar! Así que en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se dirá: “Ustedes son hijos del Dios viviente”.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 °Con todo, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar.° Y sucederá que donde se les haya dicho: Vosotros no sois mi pueblo; se les dirá: Hijos del Dios viviente.

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Oseas 1:10
26 Tagairtí Cros  

Haré a tus descendientes como el polvo de la tierra: el que pueda contar el polvo de la tierra podrá contar a tus descendientes.


te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos.


Tú me dijiste: Te daré bienes, haré tu descendencia como la arena innumerable de la playa'.


Has establecido a tu pueblo, Israel, como pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, eres su Dios.


Diré al Norte: Entrégalo; al Sur: No lo retengas; tráeme a mis hijos de lejos y a mis hijas del confín de la tierra;


tu descendencia sería como arena, como sus granos, los vástagos de tus entrañas; tu nombre no sería aniquilado ni destruido ante mí.


No la reprimas, que tú eres nuestro padre: Abrahán no sabe de nosotros, Israel no nos conoce; tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es 'Nuestro Redentor'.


Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.


Yo ofrecía respuesta a los que no preguntaban, salía al encuentro de los que no me buscaban; decía: 'Aquí estoy, aquí estoy' al pueblo que no invocaba mi nombre.


Y de todas las naciones, como ofrenda al Señor, traerán a todos sus hermanos a caballo y en carros y en literas, en mulos y dromedarios, hasta mi Monte Santo de Jerusalén -dice el Señor-, cómo los israelitas traen la ofrenda en una vasija pura al templo del Señor.


Como las estrellas del cielo, incontables; como las arenas de la playa, innumerables; multiplicaré la descendencia de mi siervo David y a los levitas que me sirven.


Ordeno y mando: Que en mi imperio todos respeten y teman al Dios de Daniel. El es el Dios vivo que permanece siempre. Su reino no será destruido, su imperio dura hasta el fin.


El Señor le dijo: Llámalo 'Nopueblomío', porque ustedes no son mi pueblo y yo no estoy con ustedes.


Y me la sembraré en el país, me compadeceré de Incompadecida y diré a Nopueblomío: Eres mi pueblo, y él responderá: Dios mío.


En cambio, a cuantos la recibieron, los hizo capaces de hacerse hijos de Dios; son los que prestan adhesión a su persona.


De hecho, la humanidad' otea impaciente aguardando a que se revele lo que es ser hijos de Dios;


Seré un padre para ustedes y ustedes para mí hijos e hijas, dice el Señor soberano de todo'.


Así, de uno solo y, en este aspecto, ya extinguido, nacieron hijos numerosos, como los astros del cielo y como la arena incontable de la orilla del mar


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