Mateo 3:14 - Nueva Biblia Española (1975)

¹⁴ Juan intentaba disuadirlo diciéndole: ¿Tú acudes a mí? Si soy yo quien necesito que tú me bautices.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ pero Juan intentó convencerlo de que no lo hiciera. —Yo soy el que necesita que tú me bautices —dijo Juan—, entonces, ¿por qué vienes tú a mí?

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ Juan quiso disuadirlo y le dijo: '¿Tú vienes a mí? Soy yo quien necesita ser bautizado por ti.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ Pero él trataba de impedírselo diciendo: Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y Tú vienes a mí?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ Juan quería impedírselo, diciendo: 'Soy yo quien debería ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?'.

Mateo 3:14 Tagairtí Cros

Mateo 3:13

Jesús fue de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.

Mateo 3:15

Jesús le contestó: Déjalo ya, que así es como nos toca a nosotros cumplir todo lo que Dios quiera. Entonces Juan lo dejó.

Lucas 1:43

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

Juan 1:16

Y la prueba es que de su plenitud todos nosotros hemos recibido: un amor que responde a su amor.

Romanos 1:13

Por otra parte, quiero que sepan, hermanos, que muchas veces he tenido en proyecto hacerles una visita, pero que hasta el presente siempre he encontrado obstáculos; esperaba recoger entre ustedes algún fruto, como entre los demás pueblos.

Romanos 3:23

A todos sin distinción, porque todos pecaron y están privados de la presencia de Dios;

Romanos 3:25

Dios nos lo ha puesto delante como lugar donde, por medio de la fe, se expían los pecados con su propia sangre. Así demuestra Dios que no fue injusto si dejó impunes con su tolerancia los pecados del pasado,

Gálatas 3:22

Pero no, la Ley escrita lo encerró todo en el pecado, para que lo prometido se dé por la fe en Jesús Mesías a todo el que cree.

Gálatas 4:6

Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a su interior el Espíritu de su Hijo, que grita: ¡Abba! ¡Padre!

Hebreos 7:23

De aquéllos ha habido multitud de sacerdotes, porque la muerte les impedía permanecer;