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Lucas 19:47 - Nueva Biblia Española (1975)

47 Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte los sumos sacerdotes y los letrados intentaban quitarlo de en medio, y lo mismo los notables del pueblo,

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Biblia Reina Valera 1960

47 Y enseñaba cada día en el templo; pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

47 Después de eso, enseñó todos los días en el templo, pero los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa, junto con los otros líderes del pueblo, comenzaron a planificar cómo matarlo;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

47 Jesús enseñaba todos los días en el Templo. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley buscaban el modo de acabar con él, al igual que las autoridades de los judíos,

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La Biblia Textual 3a Edicion

47 Y enseñaba cada día en el templo,° pero los principales sacerdotes y los escribas, y los más prominentes del pueblo procuraban destruirlo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

47 Todos los días estaba enseñando en el templo. Los pontífices, los escribas y los principales del pueblo intentaban acabar con él;

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Lucas 19:47
17 Tagairtí Cros  

Llegó al templo, y mientras enseñaba, los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo se le acercaron preguntándole: ¿Con qué autoridad actúas así?, ¿quién te ha dado esa autoridad?


Jesús dijo entonces a la gente: ¡Con machetes y palos han salido a prenderme como si fuera un bandido! A diario me sentaba en el templo a enseñar y no me detuvieron.


Los sumos sacerdotes y los letrados se enteraron; como le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado de su enseñanza, buscaban la manera de acabar con él.


Estaban deseando echarle mano, porque se dieron cuenta de que la parábola iba por ellos; pero tuvieron miedo de la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.


Faltaban dos días para la Pascua de los Ázimos'. Los sumos sacerdotes y los letrados andaban buscando una manera de darle muerte prendiéndolo a traición,


A diario me tenían en el templo enseñando y no me detuvieron. Pero que se cumpla la Escritura.


pero no encontraban modo de hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.


Los letrados y los sumos sacerdotes, dándose cuenta de que la parábola iba por ellos, intentaron echarle mano en aquel mismo momento, pero tuvieron miedo del pueblo.


Otra vez intentaron entonces prenderlo, pero se les escapó de las manos.


Jesús le contestó: Yo he venido hablando públicamente a todo el mundo; yo siempre he enseñado en reuniones y en el templo, donde todos los judíos acuden, y no he dicho hada a ocultas.


¿No fue Moisés quien les dejó la Ley? y, sin embargo, ninguno de ustedes cumple esa Ley. ¿Por qué tratan de matarme?


Algunos de ellos querían prenderlo, pero nadie le puso las manos encima,


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