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Lucas 10:2 - Nueva Biblia Española (1975)

2 Y les dijo: La cosecha es abundante y los trabajadores pocos; por eso, rueguen al dueño que mande trabajadores a su cosecha.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Y les dio las siguientes instrucciones: «La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Les dijo: 'La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y les decía: En verdad la mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad pues al Señor de la mies, para que envíe obreros a su mies.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Y les decía: 'La mies es mucha, pero pocos los obreros; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

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Lucas 10:2
48 Tagairtí Cros  

Entonces Elías les dijo: He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los, profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta.


El Señor pronuncia un oráculo, millares pregonan la alegre noticia:


les daré pastores a mi gusto que los apacienten con saber y acierto;


¡Ay del pastor torpe que abandona el rebaño! Un puñal contra su brazo, contra su ojo derecho: que se le paralice el brazo, que se le ciegue el ojo derecho.


los compradores las matan impunemente, los vendedores dicen: '¡Bendito sea Dios!, me hago rico', los pastores no las escatiman.


Yo bajaré y hablaré allí contigo. Apartaré una parte del espíritu que posees y se lo pasaré a ellos, para que se repartan contigo la carga del pueblo y no la tengas que llevar tú solo.


Moisés le respondió: ¿Estás celoso de mí? ¡Ojala todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!


porque el reinado de Dios se parece a un propietario que salió al amanecer a contratar trabajadores para su viña.


Es como un hombre que se iba al extranjero: Dejó su casa, se la encargó a sus servidores señalándole a cada uno Su tarea, y al portero le mandó estar en vela.


Y añadió: Vayan por el mundo entero predicando la buena noticia a toda la humanidad.


Ellos se fueron a predicar el mensaje por todas partes y el Señor cooperaba confirmándolo con las señales que los acompañaban.


Convocó a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase dé demonios y para curar enfermedades.


Entre tanto, los dispersos con motivo de la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquia, sin predicar el mensaje más que a los judíos.


Un día que éstos tenían una reunión litúrgica con ayuno, dijo el Espíritu Santo: Apártenme a Bernabé y a Saulo para la tarea a que los he llamado.


Con esta misión del Espíritu Santo, bajaron ellos a Seleucia y de allí zarparon para Chipre.


Tengan cuidado de ustedes y de todo el rebaño en que el Espíritu Santo los ha puesto como guardianes, siendo así pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con la sangre de su Hijo.


Pero él me dijo: 'Anda, que yo te voy a enviar a pueblos lejanos'.


Al ir de un lugar para otro, los dispersos iban anunciando el mensaje.


En la comunidad Dios ha establecido a algunos en primer lugar como apóstoles; en segundo lugar, como profetas; en tercer lugar, como maestros; luego hay milagros, luego dones de curar, asistencias, funciones directivas, diferentes lenguas.


Sin embargo, por favor de Dios soy lo que soy y ese favor suyo no ha sido en vano; al contrario: he rendido más que todos ellos, no yo, es verdad, sino el favor de Dios que me acompaña.


Secundando, pues, su obra, les exhortamos también a no echar en saco roto esta gracia de Dios.


todos sin excepción buscan su interés, no el de Jesús Mesías.


Por otra parte, me considero obligado a mandarles de vuelta a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de armas, al que enviaron ustedes para atender a mi necesidad.


que por la causa de Cristo ha estado a punto de morir, exponiendo su vida para prestarme en lugar suyo el servicio que ustedes no podían.


con esta intención peno y lucho, sostenido por esa fuerza suya que despliega en mi su eficacia.


Recuerdos de su Epafras, servidor del Mesías Jesús; con sus oraciones no cesa de luchar en favor de ustedes para que se mantengan auténticos y entregados, cualquiera que sea el designio de Dios.


Recuerden si no, hermanos, nuestros sudores y fatigas: trabajando día y noche para no ser una carga para nadie, proclamamos entre ustedes la buena noticia de Dios.


Les rogamos, hermanos, que aprecien a esos de ustedes que trabajan duro, haciéndose cargo de ustedes por el Señor y llamándolos al orden.


En fin, hermanos, pidan por nosotros, para que el mensaje del Señor se propague rápidamente y sea acogido con honor como entre ustedes.


y éste es el objetivo de nuestras fatigas y luchas, pues tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, salvador de todos los hombres, sobre todo de los fieles,


Tú no pierdas nunca el control, soporta lo adverso, trabaja en propagar la buena noticia, y desempeña bien tu servicio,


Pablo, preso por el Mesías Jesús, y el hermano Timoteo, a Filemón, nuestro querido amigo y colaborador,


mientras el Mesías la tiene como Hijo, al frente de la casa, y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos esa seguridad y esa honra que es la esperanza.


Para el mensajero de la iglesia de Efeso escribe así: Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y anda entre los siete candelabros de oro:


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