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Levítico 26:17 - Nueva Biblia Española (1975)

17 me enfrentaré con ustedes y sucumbirán ante sus enemigos; sus contrarios los someterán y huirán sin que nadie los persiga.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Me volveré contra ustedes, y sus enemigos los derrotarán. Aquellos quienes los odian los gobernarán, y ustedes huirán, ¡aun cuando nadie los esté persiguiendo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Me volveré contra ustedes y serán derrotados ante el enemigo; ustedes no resistirán a sus adversarios y huirán sin que nadie los persiga.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Pondré mi rostro contra vosotros y seréis derrotados delante de vuestros enemigos, y quienes os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Yo me volveré contra vosotros, y seréis derrotados por vuestros enemigos; os dominarán los que os odian y huiréis sin que nadie os persiga.

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Levítico 26:17
30 Tagairtí Cros  

Aunque cultives la tierra, no te pagará con su fecundidad. Andarás errante y perdido por el mundo.


Cuando los de tu pueblo, Israel, sean derrotados por el enemigo, por haber pecado contra ti, si se convierten a ti y te confiesan su pecado, y rezan y suplican en este templo,


El Señor se encolerizó contra Israel y lo entregó, durante todo aquel tiempo, en poder de Jazael de Siria y de Benadad, hijo de Jazael.


Por eso el Señor no le dejó a Joacaz más que cincuenta jinetes, diez carros y diez mil soldados de infantería; el rey de Siria los había destrozado y reducido a polvo de la trilla.


nos haces retroceder ante el enemigo, y nuestro adversario nos saquea;


Pues tendrán que temblar, porque Dios desbarata las fuerzas del agresor, y serán derrotados porque Dios los rechaza.


¡Ojalá venga de Sión la salvación de Israel! Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo, se alegrará Jacob, hará fiesta Israel.


El malvado huye sin que lo persigan, el honrado va seguro como un león.


Huirán mil ante el reto de uno, huirán ante el reto de cinco, hasta quedar como asta en la cumbre de un monte, como enseña sobre una colina.


Pero ellos se rebelaron e irritaron su santo espíritu; entonces él se volvió su enemigo y guerreó contra ellos.


Haré fracasar en él los planes de Judá y Jerusalén, los derribaré a espada ante el enemigo, por mano de los que los buscan para matarlos, daré sus cadáveres en pasto a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.


Por eso, así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Yo me enfrentaré con ustedes para mal, para extirpar a Judá.


Sus enemigos la han vencido, han triunfado sus adversarios, porque el Señor la ha castigado por su continua rebeldía; aun sus niños marcharon cautivos delante del enemigo.


Como un enemigo, tendió el arco, aplicó la diestra y dio muerte, enemistado, a la flor de la juventud', y en las tiendas de Sión derramó como fuego su furor.


me encararé con ellos: ¿escaparon del fuego?, pues el fuego los devorará, y sabrán que yo soy el Señor cuando me enfrente con ellos.


Cualquier israelita o emigrante residente entre ustedes que coma sangre, me enfrentaré con él y lo extirparé de su pueblo.


Que el Señor te entregue ya vencido al enemigo: saldrás contra él por un camino y por siete caminos huirás; serás el espanto de todos los reinos de la tierra;


Entonces fueron hacia Ay unos tres mil del ejército; pero tuvieron que huir ante los de Ay,


El Señor se encolerizó contra Israel: los entregó a bandas de saqueadores, que los saqueaban; los vendió a los enemigos de alrededor, y los israelitas no podían resistirles.


Los israelitas estuvieron dieciocho años sometidos a Eglón, rey de Moab.


Entonces el Señor se encolerizó contra Israel y los vendió a Cusan Risatain, rey de la Siria Entrerrios. Los israelitas le estuvieron sometidos ocho años.


El régimen de Madián fue tiránico. Para librarse de él, los israelitas tuvieron que valerse de las cuevas de los montes, las cavernas y los refugios.


Pero si no obedecen al Señor y se rebelan contra sus mandatos, el Señor descargará la mano sobre ustedes y sobre su rey, hasta destruirlos.


Mientras tanto, los filisteos entraron en combate con Israel. Los israelitas huyeron ante ellos, y muchos cayeron muertos en el monte Gelboé.


Los filisteos se lanzaron ala lucha y derrotaron a los israelitas, que huyeron a la desbandada. Fue una derrota tremenda: cayeron treinta mil de la infantería israelita.


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