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Levítico 19:11 - Nueva Biblia Española (1975)

11 No robarán ni defraudarán, ni engañarán a ninguno de su pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

11 No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 »No robes. »No se engañen ni se estafen unos a otros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 No hurtarán, no mentirán, ni se engañarán mutuamente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 No robaréis,° ni mentiréis,° ni os engañaréis unos a otros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 No hurtaréis, ni mentiréis, ni os engañaréis unos a otros.

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Levítico 19:11
28 Tagairtí Cros  

Los sirvientes de Absalón llegaron a la casa de aquella mujer y preguntaron: ¿Dónde están Ajimás y Jonatán? Ella contestó: Se fueron hacia el río. Los buscaron, pero al no encontrarlos se volvieron a Jerusalén.


Entonces el otro le dijo: También yo soy profeta, como tú, y un ángel me ha dicho, por orden del Señor, que te lleve a mi casa para que comas y bebas algo. Así lo engañó;


no habitará en mi casa quien cometa fraudes, el que dice mentiras no durará en mi presencia;


pero en mi apuro dije: 'Todos los hombres son unos mentirosos'.


No darás testimonio falso contra tu prójimo.


No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que sea de él.


Cuando alguien robe un toro o una oveja para matarlo o venderlo, restituirá cinco toros por toro y cuatro ovejas por oveja.


Cuando alguien confíe en depósito a su prójimo dinero o cualquier otro objeto, y el objeto sea robado de casa de éste, entonces, si se descubre al ladrón, restituirá el doble,


No harás declaraciones falsas: no te pongas de acuerdo con el culpable para testimoniar en favor de una injusticia.


No atestigües sin motivo contra tu prójimo, no engañes con los labios,


porque del primero al último sólo buscan medrar, profetas y sacerdotes se dedican al fraude.


Tampoco harás el rebusco de tu viña ni recogerás las uvas caídas. Se lo dejarás al pobre y al emigrante. Yo soy el Señor, su Dios.


De ninguna manera; hay que dar por descontado que Dios es fiel y que los hombres por su parte son todos infieles, como dice la Escritura: Tus argumentos mostrarán tu inocencia y en el juicio saldrás vencedor'.


Por tanto, déjense de mentiras, hable cada uno con verdad a su prójimo, que somos miembros unos de otros.


El ladrón, que no robe más, mejor será que se fatigue trabajando honradamente con sus propias manos para poder repartir con el que lo necesita.


Dejen de mentirse unos a otros, ya que se despojaron del hombre que eran antes y de su manera de obrar


para los libertinos, invertidos y traficantes de esclavos; para los tramposos, perjuros y para todo lo demás que se oponga a la sana enseñanza


En cambio, a los cobardes, infieles, infames, asesinos, lujuriosos, hechiceros e idólatras y a todos los embusteros les tocará en suerte el lago de azufre ardiendo, que es la segunda muerte.


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