Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jueces 18:25 - Nueva Biblia Española (1975)

25 Los danitas contestaron: ¡Que no te oigamos más! No sea que nos calientes y caigamos sobre ustedes, y perezcas tú con los tuyos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

25 Y los hijos de Dan le dijeron: No des voces tras nosotros, no sea que los de ánimo colérico os acometan, y pierdas también tu vida y la vida de los tuyos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Los hombres de Dan le dijeron: —¡Ten cuidado con lo que dices! Por aquí hay unos hombres de mal genio que podrían enojarse y matarte a ti y a tu familia.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Los danitas le dijeron: '¡Déjate de gritarnos, pues algunos de nuestros hombres podrían enojarse y abalanzarse sobre ustedes; y tú y tu familia podrían dejar aquí su pellejo!'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

25 Pero los hijos de Dan le respondieron: Que tu voz no sea oída entre nosotros, no sea que algunos hombres con ánimo amargado os acometan, y pierdas tu vida, y la vida de los de tu familia.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Respondiéronle los danitas: 'No alces demasiado la voz contra nosotros, no sea que algunos se irriten, arremetan contra ti y pierdas tu vida y la de tu familia'.

Féach an chaibidil Cóip




Jueces 18:25
6 Tagairtí Cros  

Tú conoces a tu padre y a sus hombres: son valientes y están furiosos como una osa a la que han robado las crías en el campo, y tu padre es práctico en la guerra y no va a pasar la noche mezclado con la tropa.


¡Por Dios, que me niega mi derecho; por el Todopoderoso, que me llena de amargura;


que lo reclamen las tinieblas y las sombras, que la niebla se pose sobre él, que un eclipse lo aterrorice,


Mica contestó: Me han quitado mi dios, que me había hecho, y mi sacerdote, y se van sin dejarme nada, ¿y todavía me dicen que qué me pasa?


Y siguieron su camino. Mica tuvo miedo, porque eran más fuertes ellos, y se volvió a casa.


ordenó al sacerdote Abiatar: Acércame el efod. Abiatar se lo acercó,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí