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Jueces 16:12 - Nueva Biblia Española (1975)

12 Dalila tomó cuerdas nuevas y lo ató con ellas. Y le gritó: ¡Sansón, los filisteos! (Estaban apostados al acecho en la alcoba). Pero él rompió las cuerdas de sus brazos, como si fueran un hilo.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y los espías estaban en el aposento. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Así que Dalila tomó sogas nuevas y ató a Sansón con ellas. Los hombres estaban escondidos en otra habitación como antes, y de nuevo Dalila gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos han venido a capturarte!»; pero otra vez Sansón rompió las sogas que le ataban los brazos como si fueran hilos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Dalila lo amarró con cuerdas nuevas; luego dijo: '¡Sansón, los filisteos te atacan!' Le habían preparado una emboscada en su pieza, pero él rompió las cuerdas como si fueran hilo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y Dalila tomó sogas nuevas y lo ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos te acometen! (y los hombres permanecían al acecho en el aposento interior). Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Tomó entonces Dalila cuerdas nuevas, lo ató con ellas y gritó: '¡Sobre ti los filisteos, Sansón!'. Había en la alcoba hombres apostados en acecho. Pero él rompió las cuerdas de sus brazos como un hilo.

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Jueces 16:12
4 Tagairtí Cros  

El comandante se acercó, agarró a Pablo y dio orden de que lo ataran con dos cadenas; luego intentó averiguar quién era y qué había hecho, pero en el gentío cada uno gritaba una cosa.


Cuando llegó a La Quijada, los filisteos salieron a recibirlo con gran algazara; pero lo invadió el espíritu del Señor, y las cuerdas de sus brazos fueron como mecha que se quema, y las ataduras de sus manos se deshicieron.


El respondió: Si me atan bien con cuerdas nuevas, sin estrenar, perderé la fuerza y seré como uno cualquiera.


Dalila se le quejó: Hasta ahora me has engañado, me has dicho una mentira. Anda, dime cómo se te puede sujetar. El respondió: Si trenzas los siete mechones de mi cabeza con la urdimbre y los fijas con el batidor, perderé la fuerza y seré como uno cualquiera.


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