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Jueces 11:34 - Nueva Biblia Española (1975)

34 Jefté volvió a su casa de Atalaya. Y fue precisamente su hija quien salió a recibirlo, con panderos y danzas; su hija única, pues Jefté no tenía más hijos o hijas.

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Biblia Reina Valera 1960

34 Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Cuando Jefté volvió a su casa en Mizpa, su hija salió a recibirlo tocando una pandereta y danzando de alegría. Ella era su hija única, ya que él no tenía más hijos ni hijas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Ahora bien, cuando Jefté regresaba a su casa en Mispá, salió a saludarlo su hija con tamboriles y coros. Era su única hija; fuera de ella no tenía hijos ni hijas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Y Jefté volvió a su casa en Mizpa, ¡y he aquí su hija salía a recibirle con panderos y danzas! Y ella era la sola, única suya. Fuera de ella no tenía ni hijo ni hija.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Cuando Jefté llegó a Mispá, a su casa, salió a su encuentro su hija, con panderos y coros de danza. Era su hija única, pues él no tenía más hijos ni hijas.

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Jueces 11:34
18 Tagairtí Cros  

E iba danzando ante el Señor con todo entusiasmo, vestido sólo con un roquete de lino.


alábenlo con tambores y danzas, alábenlo con trompas y flautas,


Al frente marchan los cantores; los últimos, los tañedores de arpa; en medio, las muchachas van tocando panderos.


María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó su pandero en la mano, y todas las mujeres salieron detrás de ella con panderos a danzar.


entonces la muchacha gozará bailando y los ancianos igual que los jóvenes; convertiré su tristeza en gozo, los consolaré y aliviaré sus penas;


te reconstruiré y quedarás construida, capital de Israel; de nuevo saldrás enjoyada a bailar con panderos en corros;


Sobre la dinastía davídica y los vecinos de Jerusalén derramaré un espíritu de compunción y de pedir perdón. Al mirarme traspasado por ellos mismos, harán duelo como por un hijo único, llorarán como se llora a un primogénito.


Cuando se acercaba a la entrada del pueblo, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; un gentío considerable del pueblo la acompañaba.


porque su hija única, que tenía unos doce años, se estaba muriendo. Mientras iba de camino la gente lo asfixiaba.


y, de pronto, entre la gente un hombre gritó: ¡Maestro, por favor, atiende a este hijo mío, que es el único que tengo!


Los amonitas, movilizados, acamparon en Atalaya.


Jefté marchó con los concejales de Galaad. El pueblo lo nombró jefe y caudillo, y Jefté juró el cargo ante el Señor, en Atalaya.


Todos los israelitas, desde Dan hasta Berseba, incluido el país de Galaad, fueron como un solo hombre a reunirse en asamblea ante el Señor en Atalaya.


y estén atentos: cuando salgan las muchachas de Silo a bailar en corro, salen ustedes de las viñas, raptan cada uno una muchacha y se marchan a su tierra.


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