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Juan 14:2 - Nueva Biblia Española (1975)

2 En el hogar de mi Padre hay vivienda para muchos; si no, se lo habría dicho. Y la prueba es que voy a prepararles sitio.

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Biblia Reina Valera 1960

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si no, os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, ya os lo habría dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.

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Juan 14:2
25 Tagairtí Cros  

El encargado dijo: Señor, se ha hecho lo que mandaste y todavía queda sitio.


Hijos míos, ya me queda poco que estar con ustedes. Me buscarán, pero aquello que dije a los judíos: 'Adonde yo me marcho, ustedes no son capaces de venir', se lo digo también a ustedes ahora.


Le pregunta Simón Pedro: Señor, ¿a dónde te marchas? Le repuso Jesús: Adonde me marcho no eres capaz de seguirme ahora, pero acabarás siguiéndome.


han oído lo que les dije, que me marcho para volver con ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que vaya con el Padre, porque el Padre es más que yo.


Sin embargo, les dejo dicho esto para que, cuando llegue la hora de ellos, se acuerden de que yo les había prevenido. No se lo dije desde el principio, porque estaba con ustedes.


Padre, quiero que también ellos, los que me has entregado, estén conmigo donde estoy yo, para que contemplen mi gloria, la que tú me has dado, porque me amaste antes que existiera el mundo.


Yo le enseñaré cuánto tiene que sufrir por mí.


Es que sabemos que si nuestra morada terrestre, esta tienda de campaña, se derrumba, tenemos un edificio que viene de Dios, una morada eterna, en el cielo, no construida por hombres;


Porque Dios no nos hades-tinado al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor, Jesús el Mesías;


que se apoya en la esperanza de vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esa vida desde tiempos inmemoriales;


Esperaba la ciudad con cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.


qué aquí no tenemos ciudad permanente, andamos en busca de la futura.


hasta el lugar donde como precursor entró por nosotros Jesús, hecho sumo sacerdote perpetuo en la línea de Melquisedec


Con esto da a entender el Espíritu Santo que mientras esté en pie el primer tabernáculo, el camino que lleva al santuario no está patente.


y de parte de Jesús el Mesías, el testigo fidedigno, el primero en nacer de la muerte y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y con su sangre nos rescató de nuestros pecados,


Y vi bajar del cielo, de junto a Dios, a la ciudad santa, la nueva Jerusalén, ataviada como una novia que se adorna para su esposo.


Al que salga vencedor lo haré columna del santuario de mi Dios y ya no saldrá nunca de él; grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que baja del cielo de junto a mi Dios y mi nombre nuevo.


Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, a mi lado, lo mismo que yo, cuando vencí, me senté en el trono de mi Padre, a su lado.


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