Juan 10:15 - Nueva Biblia Española (1975)

¹⁵ igual que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre; y me desprendo de la vida por las ovejas.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹⁵ así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁵ como también mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre. Así que sacrifico mi vida por las ovejas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁵ lo mismo que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Y yo doy mi vida por las ovejas.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁵ así como el Padre me conoce y Yo conozco al Padre,° y pongo mi vida por las ovejas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁵ como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy mi vida por las ovejas.

Juan 10:15 Tagairtí Cros

Isaías 53:10

El Señor quería triturarlo con el sufrimiento: si entrega su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años y por su medio triunfará el plan del Señor.

Isaías 53:8

Sin arresto, sin proceso, lo quitaron de en medio, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron.

Daniel 9:26

Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido inocente; vendrá un príncipe con su tropa y arrasará la ciudad y el templo. El final será un cataclismo, y hasta el fin están decretadas guerra y destrucción.

Zacarías 13:7

¡Arriba, espada, contra mi pastor, contra mi ayudante! -oráculo del Señor- de los ejércitos-. Hiere al pastor, que se dispersen las ovejas; volveré mi mano contra los zagales.

Mateo 11:27

Mi padre me lo ha enseñado todo; al Hijo lo conoce sólo el Padre y al Padre lo conoce sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.

Mateo 20:28

Igual que este Hombre no ha venido a que le sirvan, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'.

Lucas 10:21

En aquel momento, con la alegría del Espíritu Santo, exclamó: Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien.

Lucas 10:22

Mi Padre me lo ha enseñado todo; quién es el Hijo, lo sabe sólo el Padre: quién es el Padre, lo sabe sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Juan 1:18

A la divinidad nadie la ha visto nunca; el único Dios engendrado, el que está de cara al Padre, él ha sido la explicación.

Juan 10:11

Yo soy el modelo de pastor. El pastor modelo se desprende de su vida por las ovejas;

Juan 15:13

Nadie tiene amor más grande por los amigos, que uno que da la vida por ellos.

Juan 17:25

Padre justo, aunque el mundo no te ha reconocido, yo, en cambio, te he reconocido, y éstos han reconocido que tú me enviaste.

Juan 6:46

No porque alguien haya visto personalmente al Padre, excepto el que procede de Dios; ése ha visto personalmente al Padre.

Juan 8:55

aunque nunca lo han conocido. Yo, en cambio, lo conozco bien y, si negase conocerlo, sería un mentiroso parecido a ustedes. Pero lo conozco bien y cumplo su mensaje.

Gálatas 1:4

que se entregó por nuestros pecados para librarnos de este perverso mundo presente, conforme al designio de Dios nuestro Padre.

Gálatas 3:13

El Mesías nos rescató de la maldición de la Ley, haciéndose por nosotros un maldito, pues dice la Escritura: 'Maldito todo el que cuelga de un palo';

Efesios 5:2

y vivan en mutuo amor, igual que el Mesías les demostró su amor entregándose por ustedes, ofreciéndose a Dios como sacrificio fragante.

Tito 2:14

del que se entregó por nosotros, para rescatarnos de toda clase de maldad y purificarse un pueblo elegido, entregado a hacer el bien.

1 Pedro 2:24

El en su persona subió nuestros pecados a la cruz, pata que nosotros muramos a los pecados y vivamos para la honradez: 'sus llagas los curaron'.

1 Pedro 3:18

Porque también el Mesías sufrió una vez por los pecados, el inocente por los culpables, para llevarnos a Dios; sufrió la muerte en su cuerpo, pero recibió vida por el Espíritu.

1 Juan 2:2

que expía nuestros pecados, y no sólo los nuestros, sino también los del mundo entero.