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Joel 3:17 - Nueva Biblia Española (1975)

17 Y sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi monte santo; Jerusalén será santa y no la atravesarán extranjeros.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 «Entonces ustedes sabrán que yo, el Señor su Dios, habito en Sion, mi monte santo. Jerusalén será santa para siempre, y los ejércitos extranjeros nunca más volverán a conquistarla.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Entonces conoceréis que Yo soy YHVH vuestro Dios, Que habito en Sión, mi santo monte. Jerusalem será santa, y los extraños no pasarán más por ella.

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Joel 3:17
29 Tagairtí Cros  

a ellos solos les dieron el país y ningún extranjero lo recorrió con ellos.


su albergue está en Jerusalén, su morada en Sión.


Confiarán en ti los que tienen trato contigo, porque tú no abandonas a los que te buscan, Señor.


He oído las protestas de los israelitas. Diles: Hacia el crepúsculo comerán carne, por la mañana los saciarán de pan, para que sepan que yo soy el Señor, su Dios.


No harán daño ni estrago por todo mi Monte Santo, porque se llenará el país de conocimiento del Señor, como colman las aguas el mar.


grita jubilosa, Sión, la princesa, que es grande en medio de ti el Santo de Israel.


Lo cruzará una calzada que llamarán Vía Sacra, no pasará por ella el impuro, los inexpertos no se extraviarán.


A los que queden en Sión, a los restantes en Jerusalén, los llamarán santos: los inscritos en Jerusalén entre los vivos.


Yo acerco mi victoria, no está lejos; mi salvación no tardará; traeré la salvación a Sión y mi honor a Israel.


¡Despierta, despierta, vístete de tu fuerza, Sión; vístete el traje de gala, Jerusalén, santa ciudad!, porque no volverán a entrar en ti incircuncisos ni impuros.


los traeré a mi Monte Santo, los alegraré en mi casa de oración; aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y a mi casa la llamarán todos los pueblos Casa de Oración.


Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Cuando yo cambie su suerte, se volverá a decir en Judá y en sus poblados: 'El Señor los bendiga, dehesa legítima, monte santo'.


Todo el valle de los cadáveres, el cementerio de las cenizas, hasta el valle del torrente Cedrón, y hasta la Puerta de los Caballos, a oriente, estará consagrado al Señor, y ya no será arrasado ni destruido jamás.


Porque en mi santo monte, en el más alto monte de Israel -oráculo del Señor- , allí en la tierra, me servirá la casa de Israel toda entera. Allí los aceptaré, allí les pediré sus tributos, sus primicias y sus dones sagrados.


Les injertaré tendones, los haré criar carne; tensaré sobre ustedes la piel y les infundiré espíritu para que revivan. Así sabrán que yo soy el Señor.


Ley del templo. El área entera de la cima del monte es lugar sacrosanto. Esta es la ley del templo.


Por tanto, esto dice el Señor: Ningún extranjero incircunciso de corazón e incircunciso de carne entrará en mi santuario; absolutamente ninguno de los extranjeros que viven con los israelitas.


Perímetro de la ciudad: nueve kilómetros. Desde entonces la ciudad se llamará 'el Señor está allí'.


Plantará su pabellón entre el mar y Perla de la Santa Montaña'. Se aproxima a su fin y nadie lo defenderá.


Señor, a la medida de tu justicia, aparta la ira y la cólera de Jerusalén, tu ciudad y tu monte santo. Por nuestros pecados y los delitos de nuestros padres Jerusalén y todo tu pueblo son afrentados por los pueblos vecinos.


sabrán que yo estoy en medio de Israel y mi pueblo no quedará defraudado. Yo soy el Señor, su Dios, y no hay otro, y mi pueblo no quedará defraudado.


Vengaré su sangre, no quedarán impunes, y el Señor habitará en Sión.


haré de los inválidos el resto, los desterrados serán un pueblo numeroso. Sobre ellos reinará el Señor en el monte Sión desde ahora y por siempre.


Z, Miren sobre los montes los pies del heraldo que pregona la paz: 'Festeja tu fiesta, Judá, cumple tus votos, que el Criminal no volverá a atravesarte porque ha sido aniquilado';


Así dice el Señor de los ejércitos: Volveré a Sión, habitaré en medio de Jerusalén: Jerusalén se llamará Villafiel; el monte del Señor de los ejércitos, Montesanto.


pero nunca entrará en ella nada impuro, ni idólatras ni impostores, sólo entrarán los inscritos en el registro de los vivos que tiene el Cordero.


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