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Jeremías 30:7 - Nueva Biblia Española (1975)

7 ¡Ay! Aquel día será grande y sin igual, hora de angustia para Jacob. Pero saldrá de ella.

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Biblia Reina Valera 1960

7 ¡Ah, cuán grande es aquel día!, tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 En toda la historia nunca ha habido un tiempo de terror como este. Será un tiempo de angustia para mi pueblo Israel. ¡Pero al final será salvo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¡Ay! ¡Porque es grande este día y como él no habrá otro igual! Es una época de catástrofe para Jacob, de la que, sin embargo, se salvará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¡Ay, cuán grande es aquel día! No hay otro semejante a él: Tiempo de angustia para Jacob. Pero de él será librado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 y en lividez se convierten? Sí, grande es aquel día, no hay semejante a él; tiempo de angustia es para Jacob, pero será librado de él.

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Jeremías 30:7
37 Tagairtí Cros  

Jacob se llenó de miedo y angustia, y dividió en dos campamentos su gente, sus posesiones, ovejas, vacas y camellos,


¡Oh Dios, salva a Israel de todos sus peligros!


Por muchos males que sufra el honrado, de todos lo libra el Señor;


y dirán: Ahí tienen a los que eran nuestra confianza, a los que acudíamos en busca de auxilio para que nos libraran del rey de Asiria; pues nosotros ¿cómo nos salvaremos?


Esperanza de Israel, salvador en el peligro, . ¿por qué te portas como forastero en el país, como caminante que se desvía para pernoctar?


dicen a un leño: Eres mi padre; a una piedra: Me has dado a luz; me dan la espalda y no la cara, pero en el aprieto dicen: ¡Ven a salvarnos!


¿Y dónde están los dioses que te hacías? ¡Que se levanten ellos y te saquen del aprieto! Pues tantos como poblados eran tus dioses, Judá.


Y tú, siervo mío, Jacob, no temas; no te asustes, Israel -oráculo del Señor- , que yo te salvaré del país remoto y a tu descendencia del destierro; Jacob volverá y descansará, reposará sin alarmas,


Ustedes, los que pasan por el camino, miren, fíjense: ¿Hay dolor como mi dolor? ¡Cómo me han maltratado! El Señor me ha castigado el día del incendio de su ira.


¿Quién se te iguala, quién se te asemeja, ciudad de Jerusalén?, ¿a quién te compararé, para consolarte, Sión, la doncella? Inmensa como el mar es tu desgracia: ¿quién podrá curarte?


La culpa de la capital era más grave que el pecado de Sodoma, que fue arrasada en un momento, sin ímpetu de manos humanas.


Entonces se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo; todos los inscritos en el libro.


Cumplió la palabra que pronunció contra nosotros y contra los jefes que nos gobernaban, enviándonos una calamidad -la que sucedió en Jerusalén como no ha sucedido bajo el cielo.


Se reunirán israelitas con judíos y se nombrarán un único caudillo y resurgirán de la tierra, porque es el día grande de Yezrael.


¡Ay qué día!, porque está cerca el día del Señor, llegará como azote del Todopoderoso.


Óiganlo, jefes; escuchen, campesinos: ¿Ha sucedido algo semejante en sus días o en los días de sus antepasados?


El señor alza la voz delante de su ejército: son innumerables sus campamentos, son fuertes los que cumplen sus órdenes. Grande y terrible es el día del Señor: ¿quién le resistirá?


el sol aparecerá oscuro, la luna ensangrentada, antes de llegar el día del Señor, grande y terrible.


Y ahora, ¿por qué gritas quejándote? ¿No tienes rey, te falta el consejero? ¿Por qué te retuerces como parturienta?


Lo escuché y temblaron mis entrañas, al oírlo se estremecieron mis labios, me entró un escalofrío por los huesos y vacilaban mis piernas al andar. Gimo por el día de angustia que se echa sobre el pueblo que nos oprime.


será un día único, elegido por el Señor, sin distinción de noche y día, porque al atardecer seguirá habiendo luz.


Miren que llega el día, ardiente como un horno, cuando arrogantes y malvados serán la paja: ese día futuro los abrasaré y no quedará de ellos rama ni raíz -dice el Señor de los ejércitos-.


porque aquellos días serán una angustia como no la ha habido igual hasta ahora desde que empezó este mundo que Dios creó, ni la habrá nunca más,


El sol se hará tinieblas, la luna se teñirá de sangre antes de que llegue el día del Señor, grande y deslumbrador.


entonces todo Israel se salvará, como dice la Escritura: Llegará de Sión el libertador, para expulsar de Jacob los crímenes;


porque ha llegado el gran día de su cólera y ¿quién podrá resistirle?'.


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