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Jeremías 30:10 - Nueva Biblia Española (1975)

10 Y tú, siervo mío, Jacob, no temas; no te asustes, Israel -oráculo del Señor- , que yo te salvaré del país remoto y a tu descendencia del destierro; Jacob volverá y descansará, reposará sin alarmas,

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Biblia Reina Valera 1960

10 Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Así que no temas, Jacob, mi siervo; no te dejes abatir, Israel —dice el Señor—. Pues desde tierras lejanas los traeré de regreso a casa, y sus hijos regresarán del destierro. Israel regresará a una vida de paz y tranquilidad, y nadie lo atemorizará.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 No temas, pues, servidor mío, Jacob, dice Yavé, ni te asustes, Israel, porque yo acudo, desde lejos, para sacarte a ti y a tus hijos del país en que están cautivos. Jacob volverá y encontrará la paz y vivirá tranquilo, sin que nadie lo moleste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Tú pues, siervo mío Jacob, No temas, dice YHVH, Ni te atemorices, Israel; Porque he aquí Yo te salvo del país remoto, Y a tu descendencia de la tierra de cautividad; Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, Y no habrá quien lo espante.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 No temas, siervo mío, Jacob -oráculo de Yahveh-, no tengas miedo, Israel, pues voy a salvarte del país lejano, y a tu estirpe del país de su cautiverio. Volverá Jacob y reposará, descansará sin que nadie le moleste.

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Jeremías 30:10
40 Tagairtí Cros  

Después de estos sucesos, Abrán recibió en una visión la palabra del Señor: No temas, Abrán; yo soy tu escudo y tu paga será abundante.


Cuando el Señor te dé reposo de tus penas y temores, y de la dura esclavitud en que serviste,


No habrá por allí leones, no se acercarán bestias feroces, sino que caminarán los redimidos


no temas, que contigo estoy yo; desde oriente traeré a tu estirpe, desde occidente te reuniré.


Y ahora escucha, Jacob, siervo mío; Israel, mi elegido:


Así dice el Señor que te hizo, que te formó en el vientre y te auxilia: No temas, siervo mío, Jacob, mi cariño, mi elegido;


Llamo al buitre de oriente, de tierra lejana al hombre de mi designio.


Yo acerco mi victoria, no está lejos; mi salvación no tardará; traeré la salvación a Sión y mi honor a Israel.


Miren, unos vienen de un país remoto. miren, otros del norte y del poniente, y aquéllos del país de Siene.


Esto responde el Señor: Sí, a un soldado le quitan su prisionero y la presa se le escapa a un tirano; yo mismo defenderé tu causa, yo mismo salvaré a tus hijos.


No temas, no tendrás que avergonzarte, no te sonrojes, no te afrentarán; olvidarás el bochorno de tu soltería, ya no recordarás la afrenta de tu viudez.


Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas en todos los países adonde las expulsé, las volveré a traer a sus pastos, para que crezcan y se multipliquen.


Les daré pastores que las pastoreen: no temerán, ni se espantarán, ni se perderán -oráculo del Señor- .


en sus días se salvará Judá, Israel vivirá en paz, y le darán el título 'Señor, justicia nuestra'.


sino que se dirá: 'Vive el Señor, que sacó a la estirpe de Israel del país del norte y de todos los países adonde los expulsó, y los trajo a sus tierras'.


Yo conozco mis designios sobre ustedes: designios de prosperidad, no de desgracia, de darles un porvenir y una esperanza.


me dejaré encontrar y cambiaré su suerte -oráculo del Señor- . Los reuniré en todas las naciones y lugares adonde los arrojé -oráculo del Señor- y los volveré a traer al lugar de donde los desterré'.


En aquellos días Judá irá a reunirse con Israel y juntas vendrán del país del norte a la tierra que di en heredad a sus padres.


Porque llegarán días -oráculo del Señor- en que cambiaré la suerte de mi pueblo, Israel y Judá, dice el Señor, y los volveré a llevar a la tierra que di en posesión a sus padres.


¡Ay! Aquel día será grande y sin igual, hora de angustia para Jacob. Pero saldrá de ella.


En aquellos días se salvará Judá y en Jerusalén, vivirán tranquilos, y la llamarán así: 'Señornuestrajusticia'.


Pues carga, tú también, con tú vergüenza, porque con tus pecados dejaste en buen lugar a tus hermanas; te envileciste más que ellas, ellas son inocentes a tu lado. Sonrójate también tú y carga con tu vergüenza, porque has hecho buenas a tus hermanas.


'Invadiré un país abierto y atacaré a gente pacífica que habita confiada en ciudades sin murallas, sin cerrojos y sin puertas;


Entonces se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo; todos los inscritos en el libro.


Aquel día haré para ellos una alianza con las fieras salvajes, con las aves del cielo y los reptiles de la tierra. Arco y espada y armas romperé en el país, y los haré dormir tranquilos.


Me casaré contigo a precio de fidelidad, y conocerás al Señor.


(También para ti, Judá, hay cosecha preparada).


No temas, suelo; alégrate, haz fiesta, porque el Señor ha hecho proezas;


Y ahora, ¿por qué gritas quejándote? ¿No tienes rey, te falta el consejero? ¿Por qué te retuerces como parturienta?


Aquel día se invitarán unos a otros bajo la parra y la higuera -oráculo del Señor- de los ejércitos-.


No temas, ciudad de Sión, mira a tu rey que llega montado en un borrico (Zac 9,9s).


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