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Jeremías 12:5 - Nueva Biblia Española (1975)

5 Si corriendo con los infantes te cansas, ¿cómo competirás con los caballos? Aunque en tierra tranquila te sientas seguro, ¿qué harás en la maleza del Jordán?.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

5 Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Si te cansa competir contra simples hombres, ¿cómo podrás correr contra caballos? Si tropiezas y caes en campo abierto, ¿qué harás en los matorrales cerca del Jordán?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Si te cansa correr con los de a pie, ¿cómo competirás con los de a caballo? Si en país tranquilo no te sientes seguro, ¿qué harás en los bosques del Jordán?

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Si ya estás cansado corriendo con la infantería, ¿Cómo podrás competir con la caballería? Si sólo en tierra segura te sientes tranquilo, ¿Qué harás en la maleza del Jordán?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Si corriendo con los de a pie, te has fatigado, ¿cómo vas a competir con los de a caballo? Si en país tranquilo te sientes postrado, ¿qué harás en la jungla del Jordán?

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Jeremías 12:5
14 Tagairtí Cros  

Todos estos gaditas eran mandos del ejército: el inferior mandaba cien hombres, el superior mil.


Una sima grita a otra sima con voz de cascadas: tus torrentes y tus olas me han arrollado.


Has flaqueado en el peligro, te faltó el valor:


Hijo mío, no rechaces el castigo del Señor, no te enfades por su reprensión,


Así sentencia el Señor contra los vecinos de Anatot, que intentan matarte, diciéndote: 'No profetices en nombre del Señor si no quieres morir a manos nuestras'.


y cuando terminó de decir todo lo que el Señor le había mandado decir al pueblo, lo prendieron los sacerdotes, los profetas y la gente, diciéndole: Eres reo de muerte.


Entonces el rey mandó a Yerajmeel, príncipe real; a Serayas, hijo de Azriel, y a Salamías, hijo de Abdeel, a arrestar a Baruc, el escribano, y a Jeremías, el profeta. Pero el Señor los escondió.


Como un león que sube de la espesura del Jordán a los potreros siempre verdes, así los, espantaré de repente y me adueñaré de los escogidos. Pues ¿quién hay como yo?, ¿quién me desafía?, ¿quién es el pastor que puede resistirme?


Como un león que sube de la espesura del Jordán a los potreros siempre verdes, así los espantaré de repente y me adueñaré de los escogidos, pues ¿quién hay como yo?, ¿quién me desafía?, ¿quién es el pastor que puede resistirme?


Y al llegar al Jordán, en cuanto se mojaron los pies en el agua -el Jordán va hasta los bordes todo el tiempo de la siega-,


Amigos míos, no se extrañen del fuego que ha prendido ahí para ponerlos a prueba, como si les ocurriera algo extraño.


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