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Gálatas 4:3 - Nueva Biblia Española (1975)

3 Igual nosotros, cuando éramos menores estábamos esclavizados por lo elemental del mundo.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Eso mismo sucedía con nosotros antes de que viniera Cristo. Éramos como niños; éramos esclavos de los principios espirituales básicos de este mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 De igual modo, también nosotros pasamos por una etapa de niñez y estuvimos sometidos a las normas y principios que rigen el mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Así también nosotros, cuando éramos menores de edad, estábamos esclavizados bajo los rudimentos del mundo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos reducidos a esclavos bajo los elementos del mundo.

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Gálatas 4:3
20 Tagairtí Cros  

Acérquense a mí todos los que están rendidos y abrumados, que yo les daré respiro.


Dijo entonces Jesús a los judíos del sistema que le habían dado pleno crédito: Ustedes, para ser de verdad mis discípulos, tienen que atenerse a ese mensaje mío;


¿Por qué provocan a Dios ahora imponiendo a esos discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros padres hemos tenido fuerzas para soportar?


La Ley es espiritual, de acuerdo, pero yo soy un hombre de carne y hueso, vendido como esclavo al pecado.


Miren, no recibieron un espíritu que los haga esclavos y los vuelva al temor; recibieron un Espíritu que los hace hijos y que nos permite gritar: ¡Abba! ¡Padre!


Si uno los esclaviza, si los explota, si los engaña, si se da importancia, si los abofetea en la cara, se lo aguantan.


Se debía la cosa a aquellos entrometidos, a aquellos falsos hermanos que se infiltraron para espiar nuestra libertad -esa que tenemos gracias al Mesías Jesús-, con intención de esclavizarnos.


Entonces, ¿para qué la Ley? Se añadió para denunciar los delitos, hasta que llegara el descendiente beneficiario de la promesa, y fue promulgada por ángeles, por boca de un mediador;


lo tienen bajo tutores y curadores, hasta la fecha fijada por su padre.


Esto significa algo más: las mujeres representan dos alianzas; una, la del monte Sinaí, da a luz hijos para la esclavitud; ésa es Agar


(el nombre de Agar significa el monte Sinaí, de Arabia) y corresponde a la Jerusalén de hoy, esclava ella y sus hijos.


Por tanto, hermanos, no somos hijos de esclava, sino de la mujer libre.


Antes, cuando no sabían de Dios, se hicieron esclavos de seres que por su naturaleza no son dioses.


Ahora que han reconocido a Dios, mejor dicho, que Dios los ha reconocido, ¿cómo se volverán de nuevo a esos elementos sin eficacia ni contenido? ¿Quieren ser sus esclavos otra vez como antes?


Si murieron con el Mesías a lo elemental del mundo, ¿por qué se someten a reglas como si aún vivieran sujetos al mundo?


Cuidado con que haya alguno que los capture con ese sistema de vida', vana ilusión tradicional en la humanidad, basado en lo elemental del mundo y no en el Mesías.


Cierto, con el tiempo que llevan deberían ser ya maestros, y, en cambio, necesitan que se les enseñen de nuevo los rudimentos de las primeras palabras de Dios; han vuelto a necesitar leche, en vez de alimento sólido;


que no lo es en virtud de una ley, de una disposición sobre el linaje, sino por una fuerza de vida indestructible,


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