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Ester 6:4 - Nueva Biblia Española (1975)

4 Entonces el rey preguntó ¿Quién hay en el patio? En aquel momento llegaba Aman al patio exterior de palacio para pedir al rey que ahorcaran a Mardoqueo en la horca que le había preparado.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio exterior de la casa real, para hablarle al rey para que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 —¿Quién está en el patio exterior? —preguntó el rey. Resulta que Amán acababa de llegar al patio exterior del palacio para pedirle al rey que atravesara a Mardoqueo en el poste que había preparado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Entonces dijo el rey: '¿Quién anda en el patio?» Precisamente en ese momento Amán atravesaba el patio exterior del palacio real para ir a pedir al rey que mandara ahorcar a Mardoqueo de la horca que había preparado para éste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? (Y Amán estaba entrando en el patio exterior de la casa del rey para proponer al rey que hiciera colgar a Mardoqueo en el madero que él le había preparado.)

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Prosiguió el rey: '¿Quién está en el atrio?'. Amán había venido al atrio exterior del palacio real, para pedir al rey que hiciera colgar a Mardoqueo de la horca que le había preparado.

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Ester 6:4
12 Tagairtí Cros  

Los funcionarios reales y la gente de las provincias del Imperio saben que, por decreto real, cualquier hombre o mujer que se presente al rey en el patio interior sin haber sido llamado es reo de muerte; a no ser que el rey, extendiendo su cetro de oro, le perdone la vida. Pues bien, hace un mes que el rey no me ha llamado.


Al tercer día, Ester se puso sus vestidos de reina y llegó hasta el patio interior del palacio, frente al salón del trono. El rey estaba sentado en su trono real, en el salón, frente a la entrada.


Su mujer, Zares, y sus amigos le dijeron: Que preparen una horca de veinticinco metros. Por la mañana le pides al rey que ahorquen allí a Mardoqueo, y luego te vas contento al banquete. A Aman le gustó la propuesta, y mandó preparar la horca.


El rey preguntó: ¿Qué premio o recompensa se le dio a Mardoqueo por aquello? Los cortesanos que asistían al rey respondieron: No se le dio nada.


Los cortesanos respondieron: En el patio está Aman. El rey dijo: Que entre.


y Harbona, uno de los eunucos del servicio personal del rey, sugirió: Precisamente en casa de Aman han instalado una horca de veinticinco metros de alto; la ha preparado Aman para Mardoqueo, que salvó al rey con su denuncia. El rey ordenó: ¡Ahórquenlo allí!


enreda en sus mañas al artero y hace abortar las intrigas del taimado;


El soberano del cielo sonríe, el Señor se burla de ellos;


para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.


Todo lo que esté a tu alcance hazlo con empeño, pues no se trabaja ni se planea, no hay conocer ni saber en el Abismo adonde te encaminas.


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