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Efesios 6:12 - Nueva Biblia Española (1975)

12 porque la lucha nuestra no es contra hombres de carne y hueso, sino la del cielo contra las soberanías, contra las autoridades, contra los jefes que dominan en estas tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los gobernadores del mundo° de las tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, con los seres espirituales de la maldad que están en las alturas.

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Efesios 6:12
25 Tagairtí Cros  

El Señor le preguntó: ¿De dónde vienes? El respondió: De dar vueltas por la tierra.


Jesús le respondió: ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás! Porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso', sino mi Padre del cielo.


pero las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan el mensaje y se queda estéril.


Forcejeen para abrirse paso por la puerta estrecha, porque les digo que muchos intentarán entrar y no podrán.


A diario estaba en el templo con ustedes y no me echaron mano. Pero ésta es su hora, cuando mandan las tinieblas.


Ahora hay ya una sentencia contra el orden éste, ahora, el jefe del orden éste va a ser echado fuera,


Ya no hay tiempo para hablar largo, porque está para llegar el jefe de este mundo. No es que él pueda nada contra mí,


por último, sentencia, y la prueba es que el jefe del orden éste está ya condenado. '


pára que les abras los ojos y se vuelvan de las tinieblas a la luz y del dominio de Satanás a Dios; para que, creyendo en mí, obtengan el perdón de los pecados y parte en la herencia de los consagrados' .


Porque estoy convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni soberanías, ni lo presente ni lo futuro, ni poderes,


Quiero decir, hermanos, que esta carne y hueso no pueden heredar el reino de Dios ni lo ya corrompido heredar la incorrupción,


y no hay por qué extrañarse; si Satanás se disfraza de mensajero de la luz,


pues por su incredulidad el dios del mundo éste les ha cegado la mente y no distinguen el resplandor de la buena noticia del Mesías glorioso, imagen de Dios.


revelarme a su Hijo para que yo lo anunciara a los paganos, no consulté con nadie de carne y hueso


por encima de toda soberanía y autoridad y poder y dominio, y de todo título reconocido no sólo en esta edad, sino también en la futura.


¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesús Mesías, que, por medio del Mesías, nos ha bendecido desde el cielo con toda bendición del Espíritu!


pues tal era antes su conducta, siguiendo el genio


Así, desde el cielo, por medio de la Iglesia, se dan a conocer a las soberanías y autoridades las múltiples formas de la sabiduría de Dios,


Porque él nos sacó del dominio de las tinieblas para trasladarnos al reino de su Hijo querido,


Destituyendo a las soberanías y autoridades, las ofreció en espectáculo público, después de triunfar de ellas por medio del Mesías.


Tampoco un atleta recibe el premio si no compite conforme al reglamento.


En consecuencia, rodeados como estamos por tal nube de testigos de la fe, sacudámonos todo lastre y el pecado que se nos pega. Corramos con constancia en la competición que se nos presenta,


Aún no han resistido hasta la sangre en su lucha con el pecado;


a quien sometieron ángeles, autoridades y poderes, llegó al cielo y está a la derecha de Dios.


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