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Apocalipsis 8:12 - Nueva Biblia Española (1975)

12 Al tocar su trompeta el cuarto ángel repercutió en un tercio del sol, en un tercio de la luna y en un tercio de las estrellas: se oscureció un tercio de cada uno y al día le faltó un tercio de su luz, y lo mismo a la noche.

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Biblia Reina Valera 1960

12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Entonces el cuarto ángel tocó su trompeta, y se dañó la tercera parte del sol y la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, y se oscurecieron. Así que la tercera parte del día quedó sin luz, y también la tercera parte de la noche.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Tocó el cuarto ángel su trompeta, y quedó afectada la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas: perdieron un tercio de su claridad, la luz del día disminuyó un tercio, y lo mismo la de la noche.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciera la tercera parte de ellos,° y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo la noche.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Tocó el cuarto ángel. Y fue azotada la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, de modo que se oscureció la tercera parte de cada uno de ellos; el día perdió la tercera parte de su brillo, y otro tanto la noche.

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Apocalipsis 8:12
26 Tagairtí Cros  

Las estrellas del cielo y las constelaciones no destellan su luz, se entenebrece el sol al salir, la luna no irradia su luz.


La Cándida se sonrojará, se avergonzará el Ardiente, cuando reine el Señor de los ejércitos en el Monte Sión, en Jerusalén, glorioso delante de su senado.


Miro a la tierra: ¡caos informe!; al cielo: está sin luz;


Ante ellos tiembla la tierra y se conmueve el cielo, sol y luna se oscurecen, los astros retiran su resplandor.


el sol aparecerá oscuro, la luna ensangrentada, antes de llegar el día del Señor, grande y terrible.


Sol y luna se oscurecen, los astros recogen su resplandor.


Aquel día -oráculo del Señor- haré ponerse el sol a mediodía y en pleno día oscureceré la tierra.


Inmediatamente después de la angustia de aquellos días el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán'.


Desde el mediodía hasta la media tarde, toda aquella tierra estuvo en tinieblas.


Pero en aquellos días, después de aquella angustia, el sol se hará tinieblas, ¡a luna no dará su resplandor,


Al llegar el mediodía toda aquella tierra quedó en tinieblas hasta media tarde.


Aparecerán señales en el sol, la luna y las estrellas; y en la tierra se angustiarán las gentes, enloquecidas por el rugido del mar y el oleaje.


El sol se hará tinieblas, la luna se teñirá de sangre antes de que llegue el día del Señor, grande y deslumbrador.


pues por su incredulidad el dios del mundo éste les ha cegado la mente y no distinguen el resplandor de la buena noticia del Mesías glorioso, imagen de Dios.


Su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se quedó delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando naciera.


EL quinto derramó su copa sobré el trono de la fiera y su reino quedó en tinieblas; los hombres se mordían la lengua de dolor


En la visión, cuando se abrió el sexto sello se produjo un gran terremoto, el sol se puso negro como un vestido de pelo, la luna se tiñó de sangre


Quedaron sueltos los cuatro ángeles que estaban reservados para matar en tal hora, día, mes y año a la tercera parte de la humanidad.


Estas tres plagas, es decir, el fuego, el humo y el azufre que echan por la boca, mataron a la tercera parte de la humanidad.


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