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Apocalipsis 8:11 - Nueva Biblia Española (1975)

11 El cometa se llamaba 'Ajenjo': un tercio de las aguas se convirtió en ajenjo y mucha gente murió a consecuencia del agua, que se había vuelto amarga.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 El nombre de la estrella era Amargura. Hizo que la tercera parte de las aguas se volviera amarga, y mucha gente murió por beber de esa agua amarga.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 La estrella se llama Ajenjo: la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y mucha gente murió a causa de las aguas que se habían vuelto amargas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 El nombre de la estrella es llamado: el Ajenjo; y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos de los hombres murieron a causa de las aguas, porque se volvieron amargas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 El nombre de la estrella es 'Ajenjo'. La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo y muchos hombres murieron a causa del agua, porque se había vuelto amarga.

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Apocalipsis 8:11
17 Tagairtí Cros  

llegaron por fin a La Amarga, pero no pudieron beber el agua porque era amarga (por eso se llama La Amarga).


pero al final es más amarga que el ajenjo y más cortante que puñal de doble filo;


Por eso dice el Señor de los ejércitos a los profetas: Les daré a comer ajenjo y a beber agua envenenada, porque de los profetas de Jerusalén se difundió la impiedad a todo el país.


Por eso, así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Les daré a comer ajenjo y a beber agua envenenada;


Recuerda mi aflicción y mi amargura, la hiel que me envenena;


en torno mío ha levantado un cerco de veneno y amargura


i Ay de los que convierten la justicia en acíbar y arrastran por el suelo el derecho,


¿Corren los caballos por los peñascos?, ¿se puede arar sin vacas? Pues ustedes convierten en veneno el derecho, la justicia en acíbar.


En todo el país -oráculo del Señor- dos tercios serán arrancados y perecerán, y quedará sólo un tercio.


Ese tercio lo pasaré a fuego, lo acrisolaré como al oro, lo acendraré como a la plata. Después me llamará y yo le contestaré; diré: Son mi pueblo, y ellos dirán: El Señor es mi Dios'.


Que no haya nadie entre ustedes, hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor, su Dios, yendo a dar culto a los dioses de estos pueblos; que no arraiguen en ustedes plantas amargas y venenosas,


Velen porque nadie quede excluido del favor de Dios, porque no retoñe ninguna raíz venenosa y dañe contagiando a la multitud,


Su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se quedó delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando naciera.


Al tocar su trompeta el primero se produjeron granizo y centellas mezclados con sangre y los lanzaron a la tierra: un tercio de la tierra se abrasó, un tercio de los árboles se abrasó y toda la hierba verde se abrasó.


Quedaron sueltos los cuatro ángeles que estaban reservados para matar en tal hora, día, mes y año a la tercera parte de la humanidad.


Estas tres plagas, es decir, el fuego, el humo y el azufre que echan por la boca, mataron a la tercera parte de la humanidad.


Ella corregía: No me llamen Noemí. Llámenme Mará, porque el Todopoderoso me ha llenado de amargura.


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