Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Apocalipsis 14:10 - Nueva Biblia Española (1975)

10 ése beberá del vino del furor de Dios, servido sin rebajar en la copa de su cólera, y será atormentado con fuego y azufre ante los santos ángeles y el Cordero.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 tendrá que beber también el vino embriagante de Dios, que está preparado, puro, en la copa de su enojo. Será atormentado con fuego y azufre ante los santos ángeles y ante el Cordero.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

10 él también beberá del vino del furor de Dios, vertido puro° en la copa de su ira,° y será atormentado con fuego y azufre° a la vista de los santos ángeles y a la vista del Cordero,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 beberá él también del vino del furor de Dios, vino puro, concentrado, en la copa de su ira. Será atormentado con fuego y azufre en presencia de los ángeles santos y en presencia del Cordero.

Féach an chaibidil Cóip




Apocalipsis 14:10
45 Tagairtí Cros  

El Señor desde el cielo hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra.


el fuego se asienta en su tienda, y esparcen azufre en su morada;


¡Que vea con sus ojos la copa y beba la cólera del Todopoderoso!


El Señor examina a inocentes y culpables, y odia al que ama la violencia;


Confía en el Señor, sigue su camino: él te levantará a poseer una tierra y verás la expulsión de los malvados.


Lo verán los honrados y temerán, y se reirán de él:


hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, dándonos a beber un vino de vértigo;


por eso sus secuaces los siguen y se lo beben todo.


El Señor tiene una copa en la mano, un vaso lleno de vino drogado: se lo hace beber hasta las heces a todos los malvados de la tierra.


Nada más mirar con tus ojos, verás la paga de los malvados,


Trastórnense de espanto, ciéguense de aturdimiento: se emborracharán, y no de vino, se tambalearán, y no por el licor;


Que está preparada hace tiempo en Tofet. está dispuesta, ancha y profunda, una pira con leña abundante: y el soplo del Señor, como torrente de azufre, le prenderá fuego.


Sus torrentes se transforman en pez y el polvo en azufre, su territorio se vuelve pez ardiente,


Espabílate, espabílate, ponte en pie, Jerusalén!, que bebiste de la mano del Señor la copa de su ira, y apuraste hasta el fondo el cuenco del vértigo.


Les dirás: Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Beban, emborráchense, vomiten, caigan para no levantarse, ante la espada que yo arrojo entre ustedes.


Así dice el Señor: Los que no acostumbraban beber la copa la han tenido que beber, ¿y tú vas a quedar impune? ¡De ningún modo! La beberás.


Emborracharé a sus nobles, y a sus maestros, a sus gobernadores y alcaldes y a sus soldados, y dormirán un sueño eterno sin despertarse -oráculo del Rey que se llama Señor de los ejércitos-.


¡Goza y disfruta, capital de Edom, princesa de Us, que a ti también te llegará la copa: te embriagarás y te desnudarás!


Y verá todo mortal que yo, el Señor, lo encendí, y no se apagará.


Pleitearé con él con peste y con sangre; haré que lluevan trombas de agua y granizo, fuego y azufre sobre él y sus huestes y sus tropas aliadas incontables.


Bebe tú también y enseña el prepucio, hártate de baldones y no de honores, que te pasa la copa la diestra del Señor y tu ignominia superará a tu honor.


Pero Jesús replicó: No saben lo que piden; ¿son capaces de pasar el trago' que voy a pasar yo? Le con- testaron: Sí, lo somos.


Después dirá a los de la izquierda: Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles,


Adelantándose un poco, cayó rostro en tierra y se puso a orar diciendo: Padre mío, si es posible, que no me toque a mí ese trago. Sin embargo, no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.


Además, si uno se avergüenza de mí y de mis palabras entre la gente ésa, idólatra y pecadora, también este Hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.


Contestaron ellos: Cornelio, el capitán, hombre recto y adepto al judaísmo, recomendado por toda la población judía, ha recibido aviso de un ángel encargándole que te mande llamar para que vayas a su casa y escuchar lo que le digas.


-azufre y sal, tierra calcinada, donde no se siembra, ni brota, ni crece la hierba, catástrofe como la de Sodoma y Gomorra, Adama y Seboín, arrasadas por la ira y la cólera del Señor-,


y con alivio a ustedes los afligidos junto con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo con sus poderosos ángeles,


También Sodoma y Gomorra, con las ciudades circunvecinas, por haberse entregado a la inmoralidad como éstos, practicando vicios contra naturaleza, quedan ahí como ejemplo, incendiadas en castigo perpetuo.


Uno de los cuatro vivientes repartió a los siete ángeles siete copas de oro llenas hasta el borde del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos.


La gran ciudad se hizo tres pedazos y las capitales de las naciones se derrumbaron. Recordaron a Dios que hiciera beber a la gran Babilonia la copa de su vino, el furor de su cólera.


porque el vino del furor de su fornicación lo han bebido todas las naciones, los reyes de la tierra fornicaron con ella y los comerciantes se hicieron ricos con su lujo desaforado.


Páguenle con su misma moneda, devuélvanle el doble de lo que ha hecho, mézclenle en la copa el doble de lo que ella mezcló.


De su boca salía una espada aguda, para herir con ella a las naciones, pues él va a regirlas con cetro de hierro' y a pisar el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios, soberano de todo.


Capturaron a la fiera y con ella al falso profeta que efectuaba señales a su vista, extraviando con ellas a los que llevaban la marca de la fiera y veneraban su estatua. A los dos los echaron vivos en el lago de azufre ardiendo.


Al diablo que los había engañado lo arrojaron al lago de fuego y azufre con la fiera y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.


A la muerte y al abismo los echaron al lago de fuego. El lago de fuego es la segunda muerte.


En cambio, a los cobardes, infieles, infames, asesinos, lujuriosos, hechiceros e idólatras y a todos los embusteros les tocará en suerte el lago de azufre ardiendo, que es la segunda muerte.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí