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2 Timoteo 1:9 - Nueva Biblia Española (1975)

9 él nos salvó y nos llamó a una vida consagrada, no por méritos nuestros, sino por aquella decisión suya y aquella gracia que nos concedió en el Mesías Jesús antes que empezaran los tiempos,

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Biblia Reina Valera 1960

9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Pues Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa. No lo hizo porque lo mereciéramos, sino porque ese era su plan desde antes del comienzo del tiempo, para mostrarnos su gracia por medio de Cristo Jesús;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 El nos ha salvado y nos ha llamado para una vocación santa, no como premio a nuestros méritos, sino gratuitamente y por iniciativa propia. Esta llamada, que nos concedió en Cristo Jesús desde la eternidad,

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según su propósito y la gracia que nos fue dada en Jesús el Mesías antes de los tiempos eternos;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 quien nos ha salvado y llamado a una vocación santa, no según nuestras obras, sino según su propio designio y gracia, que se nos dio en Cristo Jesús desde la eternidad,

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2 Timoteo 1:9
41 Tagairtí Cros  

Dará a luz un hijo, y le pondrás de nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.


En aquel momento, con la alegría del Espíritu Santo, exclamó: Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien.


Padre, quiero que también ellos, los que me has entregado, estén conmigo donde estoy yo, para que contemplen mi gloria, la que tú me has dado, porque me amaste antes que existiera el mundo.


Yo te ruego por ellos; no te ruego por el mundo, sino por los que me has entregado, porque son tuyos, y todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío, y en ellos dejo manifiesta mi gloria.


Todo lo que el padre me entrega llega hasta mí, y al que se acerca a mí no lo echo fuera,


lo dice el Señor, que lo anunció desde antiguo.


alabando a Dios con alegría y de todo corazón, siendo bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando al grupo a los que se iban salvando.


a ver si les entra envidia a los de mi raza y salvo a algunos.


pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables.


A aquel que tiene poder para afirmarlos en la buena noticia que anuncio y la proclamación de Jesús Mesías, con la revelación de un secreto callado por incontables siglos,


Porque 'nadie podrá justificarse ante él' aduciendo que ha observado la Ley, pues la función de la Ley es dar conciencia del pecado.


Pues bien, para continuar el propósito de Dios de elegir no por las obras, sino porque él llama, antes de que nacieran y pudieran hacer nada bueno ni malo,


que somos nosotros, llamados además por él no sólo de entre los judíos, sino también de entre los paganos.


De hecho, el mensaje de la Cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para los que se salvan, para nosotros, es un portento de Dios,


Por su medio, pues por él Dios hizo de nosotros su heredad (a esto habíamos sido destinados, conforme al proyecto de aquel que activa el universo según su plan y su designio),


revelándonos su designio secreto, conforme al querer y proyecto que él tenía para llevar la historia a su plenitud:


cuando estábamos muertos por las culpas nos dio vida con el Mesías ^están salvados por pura generosidad-,


contenidas en el proyecto secular que llevó a efecto por medio del Mesías, Jesús Señor nuestro.


correr hacia la meta, para alcanzar el premio al que Dios llama desde arriba por el Mesías Jesús.


Dios no nos llamó a la inmoralidad, sino a una vida consagrada;


Pablo, apóstol del Mesías Jesús por disposición de Dios, nuestro salvador, y de Jesús Mesías, nuestra esperanza,


Pablo, apóstol del Mesías Jesús por designio de Dios, conforme a la promesa de vida que hay en Jesús Mesías,


que se apoya en la esperanza de vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esa vida desde tiempos inmemoriales;


Por lo dicho, hermanos consagrados que comparten el mismo llamamiento celeste, consideren al enviado y sumo sacerdote de la fe que profesamos: a Jesús,


escogido desde antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos por ustedes.


Ustedes, en cambio, son linaje elegido, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo adquirido por Dios, para publicar las hazañas del que los llamó de las tinieblas a su maravillosa luz.


Le rendirán homenaje todos los habitantes de la tierra, excepto aquellos cuyos nombres están escritos desde que empezó el mundo en el registro de los vivos que tiene el Cordero degollado.


La fiera que viste estuvo ahí; ahora no está, pero va a salir del abismo para ir a su ruina. Los habitantes de la tierra cuyo nombre no está escrito desde la creación del mundo en el registro de los vivos se sorprenderán al ver que la fiera que estaba ahí y ahora no está se presenta de nuevo.


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