Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Samuel 19:5 - Nueva Biblia Española (1975)

5 Joab fue a palacio y dijo al rey: Tus soldados, que han salvado hoy tu vida y la de tus hijos e hijas, mujeres y concubinas, están hoy avergonzados de ti,

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

5 Entonces Joab vino al rey en la casa, y dijo: Hoy has avergonzado el rostro de todos tus siervos, que hoy han librado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida de tus mujeres, y la vida de tus concubinas,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Entonces Joab fue a la habitación del rey y le dijo: «Hoy salvamos su vida y la de sus hijos e hijas, sus esposas y concubinas. Sin embargo, al actuar de esa forma hace que nos sintamos avergonzados de nosotros mismos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El rey, mientras tanto, se había puesto un velo en la cara y exclamaba en alta voz: '¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón hijo mío! ¡Hijo mío!'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Entonces Joab entró en la casa donde estaba el rey, y le dijo: Hoy has cubierto de vergüenza los rostros de todos tus siervos que hoy han salvado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida de tus mujeres, y la vida de tus concubinas,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Entretanto, el rey, cubierto el rostro, clamaba a grandes voces: '¡Hijo mío, Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!'.

Féach an chaibidil Cóip




2 Samuel 19:5
9 Tagairtí Cros  

David subió la Cuesta de los Olivos; la subía llorando, la cabeza cubierta y los pies descalzos. Y todos sus acompañantes llevaban cubierta la cabeza, y subían llorando.


Luego agarraron a Absalón y lo tiraron a un hoyo grande en la espesura, y echaron encima un montón enorme de piedras; Los israelitas huyeron todos a la desbandada.


A Amasa díganle: 'Eres de mi carne y sangre. Que Dios me castigue si no te nombro de por vida general en jefe de mi ejército en vez de Joab'.


El rey se tapaba el rostro y gritaba: ¡Hijo mío, Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!


porque quieres a los que te odian y odias a los que te quieren. Hoy has dejado en claro que para ti no existen generales ni soldados. Hoy caigo en la cuenta de que aunque hubiéramos muerto todos nosotros, con que Absalón hubiera quedado vivo, te parecería bien.


Yo he sido hoy blando, aunque ungido como rey, mientras que esa gente, los hijos de Seruyá, han sido más duros que yo. Que el Señor pague al malhechor su merecido.


Los entregaste en manos de sus enemigos, que los oprimieron. Pero en su angustia clamaron a ti, y tú los escuchaste desde el cielo; y por tu gran compasión les enviaste salvadores que los salvaron de sus enemigos.


Levántate, Señor; sálvame, Dios mío; tú abofeteaste a mis enemigos, rompiste los dientes de los malvados.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí