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1 Samuel 24:7 - Nueva Biblia Española (1975)

7 pero él se levantó sin meter ruido y le cortó a Saúl el borde del manto; 'aunque más tarde le remordió la conciencia por haberle cortado a Saúl el borde del manto. Cuando Saúl salió de la cueva y siguió su camino,

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Biblia Reina Valera 1960

7 Así reprimió David a sus hombres con palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Entonces David contuvo a sus hombres y no les permitió que mataran a Saúl. Después de que Saúl saliera de la cueva para seguir su camino,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Les dijo: '¡Oh no! ¡Por la vida de Yavé que no pondré mi mano sobre él. ¡No puedo hacerle a mi señor tal cosa porque es el ungido de Yavé!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y con estas palabras David disuadió a los suyos, y no les permitió levantarse contra Saúl; de modo que Saúl salió de la cueva y siguió por el camino.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Y dijo a sus hombres: 'Líbreme Yahveh de hacerle semejante cosa a mi señor, el ungido de Yahveh, y de poner mi mano sobre él, porque es el ungido de Yahveh'.

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1 Samuel 24:7
10 Tagairtí Cros  

Entonces David le dijo: ¿Y cómo te atreviste a alzar la mano para matar al ungido del Señor?


Señor, Dios mío, si soy culpable, si hay crímenes en mis manos,


Pues yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por los que los persiguen,


Aquí me tienen, respóndanme ante el Señor y su ungido: ¿A quién le quité un buey? ¿A quién le quité un burro? ¿A quién he hecho injusticia? ¿A quién he vejado? ¿De quién he aceptado soborno para hacer la vista gorda? Díganlo y se lo devolveré.


Y les prohibió enérgicamente echarse contra Saúl;


David se levantó, salió de la cueva detrás de Saúl y le gritó: ¡Majestad! Saúl se volvió a ver, y David se postró rostro en tierra, rindiéndole homenaje.


¡Bendita tu prudencia y bendita tú, que me has impedido hoy derramar sangre y hacerme justicia por mi mano!


El Señor pagará a cada uno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor.


Pero David le dijo: ¡No lo mates, que no se puede atentar impunemente contra el ungido del Señor!


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