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1 Samuel 1:19 - Nueva Biblia Española (1975)

19 A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al Señor y se volvieron. Llegados a su casa de Rama, Elcaná se unió a su mujer Ana, y. el Señor se acordó de' ella.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Temprano a la mañana siguiente, la familia se levantó y una vez más fue a adorar al Señor. Después regresaron a su casa en Ramá. Ahora bien, cuando Elcana se acostó con Ana, el Señor se acordó de la súplica de ella,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Se levantó muy temprano y después de haberse postrado ante Yavé, emprendieron el regreso a su casa de Ramá.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Por la mañana madrugaron y se postraron delante de YHVH; luego regresaron y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció° a Ana su mujer, y YHVH se acordó de ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Se levantaron de madrugada y, después de haber adorado a Yahveh, volvieron y se fueron a su casa de Ramá. Elcaná conoció a Ana su mujer, y Yahveh se acordó de ella.

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1 Samuel 1:19
23 Tagairtí Cros  

El Señor se fijó en Sara, como había dicho. El Señor cumplió a Sara lo que le había prometido.


Dios se acordó de Raquel, la escuchó y la hizo fecunda;


El hombre se unió a Eva, su mujer; ella concibió, dio a luz a Caín y dijo: He conseguido un hombre con la ayuda del Señor.


Entonces Dios se acordó de Noé y de todas las fieras y ganado que estaban con él en el arca; hizo soplar el viento sobre la tierra, y el agua comenzó a bajar;


Pero la mujer concibió, y dio a luz un hijo al año siguiente por aquellas fechas, como le había predicho Eliseo.


me adelanto a la aurora pidiendo auxilio, esperando tus palabras;


En nuestra humillación se acordó de nosotros, porque es eterno su amor.


no te acuerdes de los pecados y delitos de mi juventud, acuérdate de mí con tu lealtad, por tu bondad, Señor.


haz caso de mis gritos de socorro, Rey mío y Dios mío.


a la tarde, a la mañana, al mediodía, me quejo gimiendo


Se levantó muy de madrugada y salió, se marchó a un lugar descampado y estuvo orando allí.


Y la nuestra es justa, nos dan nuestro merecido; en cambio, éste no ha hecho nada mal.


Había un hombre sufita, oriundo de Rama, en la serranía de Efraín, llamado Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita.


Y añadió esta promesa: Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu sierva y le das a tu sierva un hijo varón, se lo entrego al Señor de por vida y no pasará la navaja por su cabeza.


Luego se volvió a Rama, y Saúl volvió a su casa de Loma de Saúl.


Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. En aquel momento invadió a David el espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante. Samuel emprendió la vuelta a Rama.


Mientras tanto, David se salvó huyendo y llegó a Rama, el pueblo de Samuel, y le contó todo lo que había hecho Saúl. Entonces fueron los dos a alojarse al convento.


Ana volvió a su casa de Rama, y el niño estaba al servicio del Señor, a las órdenes del sacerdote Eli.


Samuel murió. Todo Israel se reunió para hacerle los funerales, y lo enterraron en su posesión de Rama. David bajó después a la estepa de Maón.


Luego volvía a Rama, donde tenía su casa y solía ejercer sus funciones. Allí levantó un altar al Señor.


Entonces los concejales de Israel se reunieron y fueron a entrevistarse con Samuel en Rama.


y se acostó. Al despuntar el sol, Samuel fue a la azotea a llamarlo: Levántate, que te despida.


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