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1 Samuel 1:11 - Nueva Biblia Española (1975)

11 Y añadió esta promesa: Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu sierva y le das a tu sierva un hijo varón, se lo entrego al Señor de por vida y no pasará la navaja por su cabeza.

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Biblia Reina Valera 1960

11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 e hizo el siguiente voto: «Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, si miras mi dolor y contestas mi oración y me das un hijo, entonces te lo devolveré. Él será tuyo durante toda su vida, y como señal de que fue dedicado al Señor, nunca se le cortará el cabello».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 le hizo esta promesa: 'Yavé de los ejércitos, mira con bondad la pena de tu sirvienta y acuérdate de mí. No te olvides de tu sirvienta, sino que dale un niñito. Lo consagraré a Yavé para el resto de sus días y la navaja no pasará por su cabeza'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 E hizo un voto, diciendo: YHVH Sebaot, si te dignas mirar la aflicción de tu sierva, y te acuerdas de mí, y no te olvidas de tu sierva, sino que le das a tu sierva un hijo varón,° yo lo dedicaré a YHVH todos los días de su vida, y jamás pasará navaja por su cabeza.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 y le hizo este voto: '¡Oh Yahveh Sebaot! Si te dignas mirar la aflicción de tu sierva y te acuerdas de mí; y si no olvidas a tu sierva y le concedes un hijo varón, yo lo entregaré a Yahveh de por vida, y la navaja no tocará su cabeza'.

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1 Samuel 1:11
25 Tagairtí Cros  

Jacob hizo una promesa: Si Dios está conmigo y me guarda en el viaje que estoy haciendo, si me da pan para comer y vestidos para cubrirme,


Lía concibió, dio a luz un hijo y lo llamó Rubén, diciendo: El Señor ha visto mi aflicción; ahora me querrá mi marido.


Dios se acordó de Raquel, la escuchó y la hizo fecunda;


Entonces Dios se acordó de Noé y de todas las fieras y ganado que estaban con él en el arca; hizo soplar el viento sobre la tierra, y el agua comenzó a bajar;


Quizá el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy.


Mira mis trabajos y mis penas y perdona todos mis pecados;


El pueblo creyó, y al oír que el Señor se ocupaba de los israelitas y se fijaba en su opresión, se inclinaron y se postraron.


¿Qué tienes, hijo mío, hijo de mis entrañas, hijo de mis promesas?


Una vez hecha una promesa a Dios, no difieras cumplirla; no le agradan los necios, lo prometido cúmplelo.


Di a los israelitas: Cuando alguno haga un voto especial ofreciendo al Señor el valor de una persona,


Entonces Israel hizo voto al Señor: Si, entregas a este pueblo en mi poder, consagraré al exterminio sus ciudades.


El sacerdote ofrecerá uno en expiación y otro en holocausto, y expiará por el pecado que cometió con el cadáver. Ese día consagra su cabeza


hasta que termine el tiempo de su dedicación al Señor, está consagrado y se dejará crecer el pelo.


Mientras dura su nazireato está consagrado al Señor.


e hizo un voto al Señor: Si entregas a los amonitas en mi poder,


porque concebirás y darás a luz un hijo. no pasará la navaja por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde antes de nacer. El empezará a salvar a Israel de los filisteos.


Ana se levantó, y con el alma llena de amargura se puso a rezar al Señor, llorando a todo llorar.


Mientras ella rezaba y rezaba al Señor, Eli observaba sus labios.


A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al Señor y se volvieron. Llegados a su casa de Rama, Elcaná se unió a su mujer Ana, y. el Señor se acordó de' ella.


Ana se excusó para no subir, diciendo a su marido: Cuando deje de dar el pecho al niño, entonces lo llevaré para presentárselo al Señor y que se quede allí para siempre.


Este niño es lo que yo pedía; el Señor me ha concedido mi petición.


Por eso yo se lo cedo al Señor de por vida, para que sea suyo. Después se postraron ante el Señor.


Y Eli echaba la bendición a Elcaná y a su mujer: El Señor te dé un descendiente de esta mujer, en compensación por el préstamo que ella hizo al Señor. Luego se volvía a casa.


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