Porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios para engañarlos, e inclusive engañarán a aquellos que son llamados.
Apocalipsis 9:4 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia se les dijo que no dañaran la hierba, ni las plantas ni los árboles, sino a la gente que no tuviera la marca de Dios en su frente. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. Biblia Nueva Traducción Viviente Se les ordenó que no dañaran la hierba ni las plantas ni los árboles, sino solamente a las personas que no tuvieran el sello de Dios en la frente. Biblia Católica (Latinoamericana) Se les ordenó que no causaran daño a las praderas, ni a las hierbas, ni a los árboles, sino sólo a los hombres que no llevaran el sello de Dios en la frente. La Biblia Textual 3a Edicion Y les fue dicho que no hicieran daño a la hierba de la tierra, ni a ninguna cosa verde, ni a ningún árbol, sino sólo a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se les ordenó que no dañasen la hierba de la tierra, ni nada verde ni árbol alguno, sino sólo a los hombres que no tienen el sello de Dios sobre sus frentes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les fue mandado que no hiciesen daño a la hierba de la tierra, ni a ninguna cosa verde, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tienen el sello de Dios en sus frentes. |
Porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios para engañarlos, e inclusive engañarán a aquellos que son llamados.
Y no decepcionen al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.
Entonces vi al Cordero de pie en el monte Sión, y junto a Él estaban ciento cuarenta y cuatro mil seguidores suyos, que tenían escritos en la frente los nombres del Cordero y de su Padre.
Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que decía: “Un kilogramo de trigo o tres kilogramos de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino”.
Después de esto vi a cuatro ángeles en los cuatro puntos cardinales de la tierra; estaban allí de pie, deteniendo los cuatro vientos para que estos no soplaran sobre la tierra, sobre el mar y sobre los árboles.
El primer ángel tocó la trompeta; y fueron lanzados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. Se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde.