Están edificados en el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo la piedra principal.
Apocalipsis 18:20 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia “¡Oh, cielo, alégrate! ¡Alégrese el pueblo santo de Dios, los apóstoles y los profetas; porque Dios juzgó a la ciudad y ha hecho justicia por todo lo que les hizo!”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Oh cielo, alégrate del destino de ella, y también ustedes pueblo de Dios, apóstoles y profetas! Pues al fin Dios la ha juzgado por amor a ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Alégrense por ella, cielos,
y también ustedes los santos, los apóstoles y los profetas!
Porque Dios les ha hecho justicia y le hizo pagar. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Alégrate, oh cielo,° sobre ella, y también vosotros santos, apóstoles y profetas, porque en ella Dios ha juzgado vuestra causa!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Regocíjate por ella, cielo; y también los santos y los apóstoles y los profetas. Porque Dios ejecutó la sentencia que reclamábais contra ella''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos apóstoles y profetas; porque Dios os ha vengado en ella. |
Están edificados en el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo la piedra principal.
Este misterio, que a otras generaciones no se les dio a conocer, ahora se les ha revelado por el Espíritu a los santos apóstoles y a los profetas que están al servicio de Dios;
A algunos les dio la capacidad de ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y a otros maestros;
y para que siempre recuerden las palabras pronunciadas por los santos profetas y apóstoles, recalcando el mandamiento del Señor y Salvador.
Pero ustedes amados, recuerden las palabras que fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo:
Por eso, ¡alégrense cielos y todos sus habitantes! Pero ¡Ay de la tierra y del mar! El diablo, lleno de enojo ha descendido a ustedes, porque sabe que le queda poco tiempo”.
Trátenla como ella trató a los demás, y páguenle con el doble de lo que hizo; prepárenle un vino dos veces más fuerte que el que ella preparó para los demás.
Con gran voz clamaban: “¿Hasta cuándo, soberano Señor, santo y verdadero, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra sangre?”