Aunque yo hable en lenguas humanas y angelicales, si no tengo amor sacrificial, soy como un pedazo de metal ruidoso, ¡soy como una campana desafinada!
Apocalipsis 14:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Y oí una voz que venía del cielo y era como el sonido de muchas aguas o como el retumbar de un fuerte trueno; era un sonido semejante al de muchos músicos tocando arpas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Biblia Nueva Traducción Viviente Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. Biblia Católica (Latinoamericana) Un ruido retumbaba en el cielo, parecido al estruendo de las olas o al fragor del trueno: era como un coro de cantores que se acompañan tocando sus arpas. La Biblia Textual 3a Edicion Y oí una voz del cielo, como voz de muchas aguas y como voz de un gran trueno, y la voz que oí era como de citaristas que citareaban sus cítaras.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas y como estampido de gran trueno. La voz que oía era como de citaristas que tocan sus cítaras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y oí una voz de tañedores de arpas que tañían con sus arpas. |
Aunque yo hable en lenguas humanas y angelicales, si no tengo amor sacrificial, soy como un pedazo de metal ruidoso, ¡soy como una campana desafinada!
En el día del Señor, el Espíritu se apoderó de mí y oí una voz fuerte como el sonido de una trompeta que provenía de atrás;
sus pies parecían bronce brillante fundido, como recién salido del horno y su voz era tan fuerte como el estruendo de muchas aguas.
En ese instante, una poderosa voz desde el cielo les dijo: ‘Suban acá’. Ascendieron al cielo en una nube ante la vista de sus enemigos.
El séptimo ángel tocó su trompeta y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: “El reino del mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y Él reinará por los siglos de los siglos”.
Vi también algo parecido a un mar de cristal, como de vidrio refinado por fuego; de pie, a la orilla del mar, vi a los que estaban venciendo a la bestia, a su imagen y al número de su nombre; ellos tenían las arpas de Dios.
Nunca más se oirá en ti la música de arpas, flautas, trompetas, ni cantantes; nunca más se encontrará en ti un artesano; nunca más se oirá el sonido del molino trabajando.
Y cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo santo de Dios.
Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos y oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía con voz de trueno: “¡Ven!”.
El primer ángel tocó la trompeta; y fueron lanzados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. Se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde.