Un instante abre su corola como flor, y se marchita; como sombra de efímera nube, pronto se desvanece.
Salmos 102:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 mientras tú, oh Señor, reinas para siempre. Tu fama permanecerá por todas las generaciones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre, Y tu memoria de generación en generación. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero tú, oh Señor, te sentarás en tu trono para siempre; tu fama durará por todas las generaciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Mas tú, Señor, reinas para siempre, y te invocan por todas las edades. La Biblia Textual 3a Edicion Tú en cambio, oh YHVH, permaneces para siempre, Tu Nombre pasa de generación en en generación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mis días son como la sombra que declina, me seco como el heno. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas tú, oh Jehová, permanecerás para siempre, y tu memoria de generación en generación. |
Un instante abre su corola como flor, y se marchita; como sombra de efímera nube, pronto se desvanece.
porque apenas ayer nacimos y sabemos muy poco; nuestros días aquí en la tierra son efímeros como sombras.
Me estoy desvaneciendo como una sombra cuando anochece; estoy cayendo como un saltamontes al que se le sacude con facilidad,
Señor, tu nombre permanece para siempre; tu fama, Señor, es conocida por todas las generaciones.
Pero el Señor reina eternamente; está sentado en su trono para juzgar.
que al amanecer brota verde y fresca, y por la noche ya está marchita y seca.
Además, Dios agregó: ―Diles a los israelitas: “El Señor, el Dios de sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre eterno y por este nombre seré conocido a través de las generaciones”.
El Señor, el Rey de Israel dice, sí, el Redentor de Israel, el Señor Todopoderoso es quien lo dice: Yo soy el primero y el último, no hay otro Dios.
Aunque una vez Jerusalén fue despreciada, odiada y rechazada de todos, será hermosa para siempre, gozo para todos los descendientes de ustedes.
¡Pero tú, Señor, permaneces para siempre igual! Tu presencia entre nosotros permanece por todas las generaciones.
El Dios eterno es tu refugio, y abajo están los brazos eternos. Arroja a tus enemigos delante de ti y grita: “¡Destrúyelos!”.