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Rut 2:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Y así lo hizo. Ocurrió que el campo en que ella entró a espigar pertenecía a Booz el pariente del marido de Noemí.

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Biblia Reina Valera 1960

Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la familia de Elimelec.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que Rut salió a recoger espigas detrás de los cosechadores, y resultó que lo hizo en un campo que pertenecía a Booz, el pariente de su suegro, Elimelec.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Como ella se lo diera, Rut salió al campo y se puso a espigar detrás de los segadores. Dio la coincidencia de que el campo adonde ella había llegado pertenecía a Booz, pariente de Elimelec, que precisamente llegó ese día de Belén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Fue pues, y al llegar, espigó en el campo tras los segadores. Y ocurrió que aquella parte del campo era precisamente de Booz, el cual era de la familia de Elimelec.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Fue, pues, y se puso a espigar en un campo tras los segadores. Casualmente aquel campo era propiedad de Booz, de la familia de Elimélec.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Fue, pues, y llegando, espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció por ventura, que la parte del campo era de Boaz, el cual era de la parentela de Elimelec.

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Rut 2:3
10 Tagairtí Cros  

―Porque yo estaba en el monte Guilboa, y vi que Saúl se apoyaba en su lanza, y los enemigos lo tenían rodeado.


Allí en Guilgal se hallaba un hombre perverso llamado Sabá hijo de Bicrí, de la tribu de Benjamín. Este tocó la trompeta y comenzó a gritar: «¡No tenemos nada que ver con David! ¡Nada ganamos con seguir al hijo de Isaí! ¡Israelitas, váyanse a sus casas!».


Y Guiezi le estaba hablando al rey acerca de la oportunidad en que Eliseo había resucitado al niño. En ese mismo momento entró la madre del niño. ―¡Señor, esta es la mujer, y este es su hijo! ¡Este es el niño que Eliseo resucitó! —exclamó Guiezi.


»¿Qué valen dos pajarillos? ¡Apenas unos centavos! Sin embargo, ni uno solo cae a tierra sin que el Padre lo permita.


Entonces pasó por el mismo camino un sacerdote que, al verlo, se hizo a un lado y siguió de largo.


En el nombre del Señor Jesucristo, les ordenamos a dichas personas que se pongan a trabajar tranquilamente para ganarse la vida.


Un día Rut le dijo a Noemí: ―Quizás yo pueda ir a los campos de algún hombre bondadoso para recoger algunas de las gavillas que quedan tras los segadores. Y Noemí dijo: ―Muy bien, hija mía, ve a hacer lo que has dicho.


Booz llegó de la ciudad mientras ella estaba allí. Después de cambiar saludos con los segadores,