Entonces Jacob exclamó: ―¡Ustedes me han privado de mis hijos! Perdí a José, luego a Simeón, y ahora quieren llevarse a Benjamín. Todo se ha confabulado en mi contra.
Proverbios 23:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Porque las riquezas pueden desaparecer como si les salieran alas, se van volando como águilas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. Biblia Nueva Traducción Viviente Las riquezas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, porque les saldrán alas y se irán volando como las águilas. Biblia Católica (Latinoamericana) apenas se la ve ya desapareció. Se pone alas e igual que un águila se pierde entre las nubes. La Biblia Textual 3a Edicion Pues le echas una mirada, y ya no están, Han echado alas como un águila que vuela a los cielos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pones los ojos en ellas, y se disipan, pues parecen tener alas como el águila que se remonta hasta los cielos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Has de poner tus ojos en lo que no es nada? Porque las riquezas se harán alas, como alas de águila, y volarán al cielo. |
Entonces Jacob exclamó: ―¡Ustedes me han privado de mis hijos! Perdí a José, luego a Simeón, y ahora quieren llevarse a Benjamín. Todo se ha confabulado en mi contra.
Era rico al acostarse, pero al despertar descubre que toda su riqueza ha desaparecido.
¡Simple sombra! Y sus múltiples afanes en nada paran. Amontona riqueza para que otro la derroche.
¿Por qué gastar su dinero en alimento que no nutre? ¿Por qué pagar por víveres que no aprovechan? Escuchen y les diré dónde obtener buen alimento que fortalece el alma.
Pero tú, ¡tú estás lleno de codicia y fraude! Matas a los inocentes, oprimes a los pobres y reinas despiadadamente.
»No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre echan a perder las cosas y donde los ladrones roban.
Di a los ricos de este mundo que no sean orgullosos y que no depositen sus esperanzas en las efímeras riquezas sino en Dios, que siempre nos proporciona todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
porque nada de lo que hay en el mundo —las pasiones sexuales, el deseo de poseer todo lo que agrada y el orgullo de poseer riquezas— proviene del Padre sino del mundo.