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Proverbios 12:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

La angustia desalienta el corazón del hombre, pero una palabra alentadora lo anima.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La preocupación agobia a la persona; una palabra de aliento la anima.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Una pena profunda debilita las energías, una buena noticia devuelve la alegría.

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La Biblia Textual 3a Edicion

La congoja abate el corazón del hombre, Pero la buena palabra lo alegra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

La tristeza deprime el corazón del hombre, una buena palabra lo alegra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

La congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra.

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Proverbios 12:25
19 Tagairtí Cros  

Estoy encorvado y corroído de dolores. Mis días están llenos de angustia.


¿Por qué voy a desarmarme y estar tan triste? Volveré y lo alabaré. ¡Es mi Dios y mi Salvador!


Hay quienes hieren con sus palabras, pero las palabras del sabio traen alivio.


El justo es guía de su prójimo, pero el malvado los extravía en el camino.


Cada corazón conoce su propia amargura, y ningún extraño puede compartir su alegría.


El corazón feliz, alegra la cara; el corazón lastimado, entristece el espíritu.


Para el afligido, todos los días traen problemas; para el de corazón alegre, todos los días son de fiesta.


Qué grato es dar la respuesta adecuada, y todavía más grato cuando es oportuna.


La mirada que anima trae alegría al corazón, y las buenas noticias dan nuevas fuerzas.


Las palabras amables son como la miel, endulzan el alma y dan salud al cuerpo.


El corazón alegre es una buena medicina, pero el ánimo triste debilita el cuerpo.


El ánimo del hombre puede sostener al enfermo, ¿pero quién puede levantar al abatido?


El consejo oportuno es como naranjas de oro con incrustaciones de plata.


El consejo sincero de un amigo endulza el alma, como el perfume y el incienso alegran el corazón.


El Señor Dios me ha dado sus palabras de sabiduría para que yo sepa qué debo decirles a todos estos fatigados. Cada mañana me despierta y abre mi entendimiento a su voluntad.


Y el Señor le respondió con palabras alentadoras y buenas al ángel que estaba parado a mi lado.