que el Señor sí destruirá esta ciudad y a su pueblo; que todas las maldiciones escritas en el libro se cumplirán,
Números 5:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 A continuación el sacerdote escribirá las maldiciones en un libro y las lavará con el agua amarga. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas; Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un trozo de cuero y luego las lavará para que caigan dentro del agua amarga. Biblia Católica (Latinoamericana) Después, el sacerdote escribirá en una hoja estas imprecaciones y las lavará en el agua amarga. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un rollo, las borrará con las aguas amargas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 El sacerdote escribirá en una hoja estas imprecaciones, las diluirá en el agua amarga Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas; |
que el Señor sí destruirá esta ciudad y a su pueblo; que todas las maldiciones escritas en el libro se cumplirán,
»¡Cómo quisiera que Dios me escuchara! Estampo aquí mi firma; que me responda el Todopoderoso. Si él quiere contender conmigo, que lo haga por escrito.
Ten compasión de mí, Dios, conforme a tu gran amor. Conforme a tu piedad, borra mis pecados.
Luego, el Señor le ordenó a Moisés: «Escribe esto en un libro para que se recuerde siempre, y anuncia a Josué que borraré todo rastro de Amalec».
Yo, sí, sólo yo soy quien borra sus pecados por amor a mí mismo y nunca más los recordaré.
Yo he borrado tus pecados, se han esfumado como niebla matutina al llegar el mediodía. ¡Oh, regresa a mí, pues yo pagué el precio de tu libertad!
(Cuando la mujer se beba el agua a instancia del sacerdote, esta se hará amarga dentro de ella si es culpable).
»Por eso, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios para que él los limpie de sus pecados
»Escribe, pues, las palabras de este cántico y enséñaselo al pueblo de Israel como advertencia mía.
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron entonces los libros; y se abrió también el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados de acuerdo con lo que estaba escrito en los libros, según sus obras.