Pero el profeta le respondió: ―Aun cuando me dieras la mitad de tu palacio, no podría ir contigo; ni tampoco comeré, ni beberé agua en este lugar.
Números 24:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 que aunque me dieras un palacio lleno de oro y plata, yo no podría contradecir al Señor; te advertí que no podía hablar por mí mismo. Dije que hablaría solamente lo que el Señor me ordenara. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, mas lo que hable Jehová, eso diré yo? Biblia Nueva Traducción Viviente “Aunque Balac me diera su palacio repleto de plata y oro, no podría hacer absolutamente nada en contra de la voluntad del Señor”. ¡Te advertí que únicamente podría decir lo que el Señor me dijera! Biblia Católica (Latinoamericana) Aunque Balac me dé su casa llena de plata y de oro, no desobedeceré la orden de Yavé. Bien o mal, no haré nada por mi mismo, sino que diré lo que diga Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no podría traspasar el dicho de YHVH haciendo de propio impulso cosa buena ni mala. Lo que diga YHVH eso diré? Biblia Serafín de Ausejo 1975 que aunque me diera Balac toda su casa llena de plata y oro yo no podría transgredir la orden de Yahveh, haciendo a mi arbitrio cosa buena o mala, y que sólo hablaría lo que Yahveh me comunicara? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el mandamiento de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio; mas lo que Jehová hablare, eso diré yo? |
Pero el profeta le respondió: ―Aun cuando me dieras la mitad de tu palacio, no podría ir contigo; ni tampoco comeré, ni beberé agua en este lugar.
Pero Micaías le respondió: ―Puedes tener la plena seguridad de que sólo hablaré lo que el Señor me diga que hable. Esto es tan cierto como que el Señor vive.
Y Moisés dijo: ―Ahora se sabrá si el Señor me ha enviado o no a hacer todas las cosas que he hecho, o si he actuado por mi iniciativa.
Pero Balán replicó: ―Aunque Balac me ofreciera un palacio repleto de oro y plata, yo no podría hacer nada contrario a los mandamientos del Señor mi Dios.
Aquella noche el Señor le dijo a Balán: ―Levántate y ve con aquellos hombres, pero harás solamente lo que yo te ordene.
―Quédense esta noche —dijo Balán—. Les contaré en la mañana lo que el Señor me ordene hacer. Y así lo hicieron.