Ya de regreso, Quedorlaómer y sus compañeros fueron a Enmispat, que también se conoce como Cades. Derrotaron a los amalecitas y conquistaron su territorio; también derrotaron a los amorreos que vivían en Jazezón Tamar.
Números 13:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los amalecitas viven en el sur, mientras que en los montes hay heteos, jebuseos y amorreos. A lo largo de la costa del Mediterráneo y en el valle del Jordán están los cananeos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán. Biblia Nueva Traducción Viviente Los amalecitas viven en el Neguev y los hititas, los jebuseos y los amorreos viven en la zona montañosa. Los cananeos viven a lo largo de la costa del mar Mediterráneo y a lo largo del valle del Jordán». Biblia Católica (Latinoamericana) Los amalecitas viven en el Negueb; los hititas, jebuseos y amorreos viven en la montaña; los cananeos están instalados en la costa del mar y en las riberas del Jordán'. La Biblia Textual 3a Edicion Los amalecitas habitan en la tierra del Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en la serranía, y el cananeo habita a lo largo del Mar Grande y en la ribera del Jordán.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los amalecitas ocupan la región del Negueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos habitan en la montaña, los cananeos moran junto al mar y en la ribera del Jordán'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Amalec habita en la tierra del sur; y el heteo, y el jebuseo, y el amorreo, habitan en las montañas; y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán. |
Ya de regreso, Quedorlaómer y sus compañeros fueron a Enmispat, que también se conoce como Cades. Derrotaron a los amalecitas y conquistaron su territorio; también derrotaron a los amorreos que vivían en Jazezón Tamar.
Cuando él fue fiel a ti, tú le prometiste, por medio del pacto, darle a él y a sus descendientes la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los jebuseos y de los gergeseos. Y cumpliste tu promesa, porque eres fiel a tu palabra.
de los pueblos de las tierras de Gebal, Amón, Amalec, Filistea y Tiro.
Prometo rescatarlos de la esclavitud y humillación que están soportando, y llevarlos a la tierra que ahora ocupan los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos, tierra que fluye leche y miel”.
He venido a liberarlos de sus opresores egipcios y a llevarlos a una tierra buena y grande, tierra de la que fluye leche y miel, tierra en que viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.
Moisés los envió en su misión de exploración diciéndoles: ―Vayan hacia el norte, hacia el Néguev, y suban las montañas;
Sin embargo, Caleb animó al pueblo delante de Moisés. ―Subamos inmediatamente y tomemos posesión de la tierra —dijo— porque podemos conquistarla.
Pero ahora, puesto que el pueblo de Israel teme a los amalecitas y a los cananeos que viven en los valles, mañana regresarán al desierto en dirección al Mar Rojo.
¿No recuerdan? ¡Allí están los amalecitas y los cananeos! Ustedes se han apartado del Señor y ahora él se apartará de ustedes.
Entonces los amalecitas y los cananeos que vivían en las montañas cayeron sobre ellos y los atacaron y los persiguieron hasta el pueblo de Jormá donde los derrotaron totalmente.
Entonces Balán miró hacia las tiendas del pueblo de Amalec y profetizó: «Amalec fue la primera de las naciones, pero al fin perecerá para siempre».
Destruirás completamente a los hititas, a los amorreos, a los cananeos, a los ferezeos, a los heveos, y a los jebuseos. Este es el mandamiento del Señor tu Dios.
»Cuando el Señor te haya introducido en la Tierra prometida, como pronto lo hará, destruirá a las siguientes naciones, siete en total, todas naciones numerosas y más poderosas que tú: Los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.
Los cinco reyes amorreos unieron sus ejércitos para atacar juntos a Gabaón.
Al saberlo los hombres de Gabaón enviaron un mensaje urgente a Josué que estaba en Guilgal: «Ven y ayuda a tus siervos. Ven rápidamente y sálvanos. Todos los reyes que viven en las montañas están aquí con sus ejércitos».
Hoy sabrán en forma cierta que el Dios vivo está entre nosotros y que él expulsará a los cananeos, a los hititas, a los heveos, a los ferezeos, a los gergeseos, a los jebuseos y a los amorreos, pueblos que ahora viven en la tierra que ustedes van a ocupar.
Cuando las naciones que estaban al oeste del río Jordán (los cananeos y los amorreos que vivían a lo largo de la costa del Mediterráneo) oyeron que el Señor había secado el río Jordán para que el pueblo de Israel pudiera cruzarlo, se les disipó completamente el valor y quedaron paralizados de temor.
Cuando los reyes de los alrededores oyeron lo que le había ocurrido a Jericó, rápidamente se unieron para defender sus vidas de los ataques de Josué y los israelitas.
Israel, pues, vivió entre los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos,
Cuando los israelitas sembraban, los de Madián y de los pueblos vecinos venían
Hizo grandes cosas. Venció a los amalecitas, y salvó a Israel de todos los que habían sido sus opresores.
David y sus hombres se dedicaron a hacer incursiones contra los guesureos, los guirzitas y los amalecitas que desde tiempos remotos habitaban el territorio que va desde Telán, en dirección de Sur, hasta Egipto.
Tres días más tarde, cuando David y sus hombres regresaron a Siclag, encontraron que los amalecitas habían invadido el sur, atacado la ciudad y la habían quemado completamente.
Las ciudades israelitas que estaban entre Ecrón y Gat y que habían sido conquistadas por los filisteos volvieron a ser de Israel, porque el ejército de Israel las rescató de sus raptores filisteos. Y hubo paz entre Israel y los amorreos en aquellos días.