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Números 12:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

y le dijo a Moisés: ―Señor, no nos castigues por este pecado; hemos sido necios al hacerlo.

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Biblia Reina Valera 1960

Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

clamó a Moisés: «¡Oh, mi señor! ¡Por favor, no nos castigues por este pecado que tan neciamente cometimos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Aarón le dijo entonces a Moisés: 'Te lo suplico, Señor, no nos hagas pagar este pecado, esta locura de la que estábamos poseídos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, te ruego, no pongas sobre nosotros un pecado por el cual hemos sido insensatos y en el cual pecamos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Aarón dijo a Moisés: '¡Señor mío, no pongas, por favor, sobre nosotros el pecado que neciamente hemos cometido!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros pecado; porque locamente lo hemos hecho, y hemos pecado.

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Números 12:11
15 Tagairtí Cros  

y le rogó: ―Señor, rey mío, perdóneme las terribles cosas que hice cuando salía usted de Jerusalén.


Pero después que levantó el censo, la conciencia de David comenzó a molestarle, y oró al Señor: «Lo que he hecho es terrible. Perdóname, Señor, la maldad que he cometido».


―¡Por favor, por favor! —gritaba el rey al profeta—, ruega al Señor tu Dios que restablezca mi brazo nuevamente. Entonces el profeta oró al Señor, y el brazo del rey volvió a la normalidad.


Porque los ojos del Señor recorren el mundo para poner su poder en favor de quienes le son fieles. ¡Te has conducido como un insensato, y de hoy en adelante habrá guerras contra ti!».


Tomen sus vacas y sus ovejas, y váyanse. Pues para mí será un alivio que se vayan».


Si te has engrandecido tú mismo como un necio, o si tramas maldades, ponte a pensar


y dijeron: ―¡Por favor, ora por nosotros ante el Señor tu Dios, porque como bien sabes, somos sólo un minúsculo resto de lo que fuimos!


Entonces ellos clamaron a Moisés, y cuando este oró por ellos, el fuego se apagó.


Que no quede ella como quien ha muerto desde antes de nacer.


―Oren por mí —suplicó Simón—. No quiero que eso tan horrible me suceda.


Obligaré a los de la sinagoga de Satanás, que dicen mintiendo que son míos, a postrarse a tus pies y reconocer que te amo.


―Ora para que no muramos —lloraron delante de Samuel—, porque ahora hemos añadido a todos nuestros pecados el de pedir un rey.


»Por lo tanto, yo, el Señor Dios de Israel, declaro que aunque prometí que tu casa y la casa de tus antepasados llevarían el sacerdocio por siempre, no permitiré que se siga haciendo lo que tú haces. Honraré solamente a los que me honran, y despreciaré a los que me desprecian.