El oficial que servía de ayudante al rey le dijo: ―Eso no podría ocurrir ni aunque el Señor hiciera ventanas en los cielos. Pero Eliseo le respondió: ―Tú lo verás, pero no podrás comprar nada.
Números 11:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Aunque matáramos todos nuestros rebaños no tendríamos suficiente! ¡Habría que pescar todos los peces del mar para cumplir tu promesa! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto? Biblia Nueva Traducción Viviente Aunque matáramos a todos nuestros rebaños y manadas, ¿podría eso satisfacerlos? O si pescáramos todos los peces del mar, ¿alcanzaría? Biblia Católica (Latinoamericana) Si se mataran para ellos rebaños de ovejas y de bueyes, ¿tendrían bastante? Si se recogieran para ellos todos los pescados del mar, ¿sería suficiente?' La Biblia Textual 3a Edicion Si se degollara todo el rebaño y el ganado, ¿alcanzaría para ellos? Si se recogieran para ellos todos los peces del mar ¿les sería suficiente? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aunque se degollaran para ellos rebaños de vacas y de ovejas, ¿les bastaría? Si se juntaran para ellos todos los peces del mar, ¿les sería suficiente?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Se han de degollar para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿O se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto? |
El oficial que servía de ayudante al rey le dijo: ―Eso no podría ocurrir ni aunque el Señor hiciera ventanas en los cielos. Pero Eliseo le respondió: ―Tú lo verás, pero no podrás comprar nada.
¿De dónde voy a sacar carne para toda esta gente? Porque me están llorando y diciendo: “¡Danos carne!”.
Pero Moisés dijo: ―Sólo los hombres suman seiscientos mil (mujeres y niños aparte); ¡y a pesar de eso les prometes carne durante todo un mes!
Entonces el Señor dijo a Moisés: ―¿Cuándo he sido débil? ¡Ahora verás que mi palabra se cumple!
―¿Pero en qué lugar de este desierto vamos a conseguir suficiente comida para alimentar a este gentío? —le respondieron.
―Aliméntenlos ustedes —fue la respuesta de Jesús. ―¿Y con qué? —preguntaron—. Costaría el salario de siete meses comprar comida para esta multitud.
―Y en un lugar desierto como este, ¿dónde se podrá encontrar alimentos para darles de comer? —protestaron los discípulos.
Zacarías le preguntó al ángel: ―¿Cómo podré estar seguro de esto? Tanto mi esposa como yo somos ancianos.
María le preguntó al ángel: ―¿Cómo va a suceder esto, puesto que soy virgen?
―Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es esto para tanta gente?