―Desde luego que no —le respondió Eliseo—. ¿Es que nosotros damos muerte a los prisioneros de guerra? Dales de comer y de beber, y envíalos de regreso a su tierra.
Mateo 5:44 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero yo les digo: ¡Amen a sus enemigos! ¡Oren por quienes los persiguen! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Biblia Nueva Traducción Viviente Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, La Biblia Textual 3a Edicion pero Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; |
―Desde luego que no —le respondió Eliseo—. ¿Es que nosotros damos muerte a los prisioneros de guerra? Dales de comer y de beber, y envíalos de regreso a su tierra.
o si le hiciera daño a un amigo, o si a mi enemigo le quitaran sin razón lo que es suyo.
El buen juicio hace al hombre calmar su enojo y el pasar por alto la ofensa le trae honra.
Jesús dijo: ―Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Mientras, echaban suertes para ver quién se quedaba con la ropa de Jesús.
»Les doy este mandamiento nuevo: que se amen unos a otros. Así como yo los amo, ustedes deben amarse unos a otros.
Luego cayó de rodillas y gritó: ―¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y al terminar de pronunciar aquellas palabras, murió.
Asegúrense de que ninguno pague mal por mal. Al contrario, procuren siempre hacer el bien, no sólo entre ustedes sino también a todos los demás.
Cuando lo insultaban, él no respondía con insultos. Cuando lo hacían sufrir, no los amenazaba, sino que se entregaba a Dios y dejaba que él juzgara con justicia.
No le hagan mal al que les hizo mal ni insulten al que los insultó. Al contrario, bendíganlo, porque Dios los eligió a ustedes para que reciban bendición.