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Mateo 4:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Entonces el diablo lo llevó al lugar más alto del templo de Jerusalén.

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces el diablo lo lleva hasta la santa ciudad, lo puso en pie sobre el pináculo del templo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso sobre el alero del templo

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, y lo puso sobre el pináculo del templo,

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Mateo 4:5
11 Tagairtí Cros  

Un pórtico de entrada, con techo, se extendía a lo largo de los nueve metros de largo, y nueve metros de alto. ¡Todo el interior del pórtico estaba recubierto de oro puro!


Los funcionarios israelitas se quedaron viviendo en Jerusalén, la ciudad santa. En cuanto al resto del pueblo, echaron suertes para seleccionar a una de cada diez personas para que se quedaran viviendo en Jerusalén; los restantes residirían en las demás poblaciones.


En total había doscientos ochenta y cuatro levitas en Jerusalén.


Sí, porque ustedes ostentan el nombre de «Ciudad Santa» y dicen confiar en el Dios de Israel cuyo nombre es Señor Todopoderoso.


¡Despierta, despierta, Jerusalén, y vístete de la fortaleza de Dios! Ponte tus hermosas vestiduras, Sion, ciudad Santa, porque nunca más entrarán por tus puertas los ejércitos extranjeros, esos que detestan a Dios.


Sabemos que eres bondadoso, Señor. Deja de descargar tu gran cólera contra Jerusalén, tu ciudad querida, asentada en tu monte santo. Todos los pueblos vecinos se burlan de Jerusalén y de tu pueblo, por culpa de nuestras maldades y las de nuestros antepasados.


»”Setenta semanas han de pasar para que tu pueblo y Jerusalén pongan fin a su terquedad y maldad, para que pidan perdón por su maldad, establezcan para siempre la justicia, para que se cumplan la visión y la profecía, y consagren el lugar más especial del templo.


Después de la resurrección de Jesús, esas personas salieron del cementerio y fueron a Jerusalén, donde se aparecieron a muchos.


Luego el diablo lo llevó a Jerusalén, a la parte más alta del templo, y le dijo: ―Si eres el Hijo de Dios, tírate desde aquí,


Jesús le contestó: ―No tendrías ningún poder sobre mí si no se te hubiera dado de arriba. Por eso el que me entregó a ti, es culpable de un pecado más grande.


«Pero no midas las partes externas del templo —me dijeron—, porque han sido entregadas a las naciones y estas se pasarán tres años y medio humillando a la ciudad santa.