y que muchos de sus hijos hablaban el lenguaje de Asdod y de otros pueblos, pero no podían hablar el idioma de Judá.
Mateo 26:73 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero al poco rato se le acercaron los que por allí andaban y le dijeron: ―No puedes negar que eres uno de los discípulos de ese hombre. ¡Hasta tu manera de hablar te delata! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. Biblia Nueva Traducción Viviente Un poco más tarde, algunos de los otros que estaban allí se acercaron a Pedro y dijeron: —Seguro que tú eres uno de ellos; nos damos cuenta por el acento galileo que tienes. Biblia Católica (Latinoamericana) Un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: 'Sin duda que eres uno de los galileos: se nota por tu modo de hablar. La Biblia Textual 3a Edicion Y un poco después, acercándose los que estaban de pie, dijeron a Pedro: En verdad tú también eres de ellos, porque hasta tu manera de hablar te delata. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Poco después, los que allí estaban se acercaron a Pedro y le dijeron: 'Seguro que tú también eres de ellos, pues se te nota en el habla'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y un poco después llegaron unos que por allí estaban, y dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque tu habla te descubre. |
y que muchos de sus hijos hablaban el lenguaje de Asdod y de otros pueblos, pero no podían hablar el idioma de Judá.
Esta vez, Pedro juró que no lo conocía y que ni siquiera había oído hablar de él.
Por respuesta, Pedro se puso a maldecir y a jurar que no lo conocía. Pero mientras hablaba, el gallo cantó
Él lo negó otra vez. Poco después, esos mismos le dijeron a Pedro: ―Por supuesto que tú eres uno de ellos, pues también eres galileo.
―¿Cómo es posible? —exclamaban—. ¡Estos hombres son galileos y, sin embargo, los escuchamos hablar en el idioma que se habla en los países en que hemos nacido!
le decían: «Di: “Shibolet”». Si no podía pronunciar la «sh» y decía «Sibolet» en vez de «Shibolet», le echaban mano y lo degollaban. Así murieron cuarenta y dos mil hombres de Efraín.