Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele los ojos a mi criado para que vea». Y el Señor le abrió los ojos al criado y este vio que estaban rodeados de caballos y carros de fuego. ¡No estaban solos en la montaña!
Mateo 26:53 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¿No sabes que podría pedirle a mi Padre que me enviara doce mil ángeles y me los enviaría al instante? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No te das cuenta de que yo podría pedirle a mi Padre que enviara miles de ángeles para que nos protejan, y él los enviaría de inmediato? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No sabes que podría invocar a mi Padre y él, al momento, me mandaría más de doce ejércitos de ángeles? La Biblia Textual 3a Edicion ¿O piensas que no puedo invocar° a mi Padre, y ahora mismo me daría más de doce legiones° de ángeles? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿O crees tú que no puedo acudir a mi Padre, que inmediatamente me enviaría más de doce legiones de ángeles? Biblia Reina Valera Gómez (2023) O ¿piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y Él me daría más de doce legiones de ángeles? |
Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele los ojos a mi criado para que vea». Y el Señor le abrió los ojos al criado y este vio que estaban rodeados de caballos y carros de fuego. ¡No estaban solos en la montaña!
un río de fuego procedía de delante de él. Millones de ángeles estaban a su servicio y otros cientos de millones estaban parados delante de él. Luego la corte comenzó su sesión y los libros del juzgado divino fueron abiertos.
»Cuando yo, el Hijo del hombre, venga en todo mi esplendor junto con los ángeles, me sentaré en mi trono de gloria
Cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado allí, vestido y en su pleno juicio, al que había estado endemoniado. Y les dio mucho miedo.
Jesús le preguntó: ―¿Cómo te llamas? Respondió: ―Legión. Así contestó porque habían entrado en él muchos demonios.
Nadie me la quita, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo poder para entregarla, y también tengo poder para volver a recibirla. Esto es lo que mi Padre me ordenó».
Jesús contestó: ―Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera, mis servidores pelearían para que no me entregaran a los judíos. Pero mi reino no es de este mundo.
A ustedes, los que ahora sufren, Dios les dará descanso, lo mismo que a nosotros. Esto será cuando el Señor Jesús venga del cielo entre llamas de fuego con sus poderosos ángeles
Enoc, que fue el séptimo desde Adán, profetizó de ellos lo siguiente: «Miren, el Señor viene con millares y millares de ángeles