El que mate a una persona, otra persona lo matará a él; porque los seres humanos fueron creados a la imagen de Dios.
Mateo 26:52 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―¡Guarda esa espada! —le ordenó Jesús—. El que mata a espada, a espada perecerá. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. Biblia Nueva Traducción Viviente «Guarda tu espada —le dijo Jesús—. Los que usan la espada morirán a espada. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jesús le dijo: 'Vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada perecerá por la espada. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman espada, a espada perecerán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces le dice Jesús: 'Vuelve tu espada a su sitio; porque todos los que empuñan espada, a espada morirán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. |
El que mate a una persona, otra persona lo matará a él; porque los seres humanos fueron creados a la imagen de Dios.
Enviará a los malos al abismo de destrucción. Los homicidas y los mentirosos no vivirán la mitad de sus días. Pero yo confío en que tú me salvarás.
Pero yo les digo: No paguen mal por mal. Si los abofetean en la mejilla derecha, presenten la otra.
Queridos hermanos, nunca tomen venganza sino déjensela a Dios, porque así está escrito: «A mí me corresponde vengarme. Yo le daré su pago a cada quien, dice el Señor».
Asegúrense de que ninguno pague mal por mal. Al contrario, procuren siempre hacer el bien, no sólo entre ustedes sino también a todos los demás.
No le hagan mal al que les hizo mal ni insulten al que los insultó. Al contrario, bendíganlo, porque Dios los eligió a ustedes para que reciban bendición.
El que deba ir preso, caerá preso; el que deba morir a espada, morirá a filo de espada. Aquí se verá la paciencia y la fidelidad del pueblo santo.
porque tus santos y tus profetas han sido martirizados y su sangre se derramó sobre la tierra. Ahora tú les has dado a beber sangre, pues se lo merecen».