¡Habrás echado a las viudas sin ayudarles, y quebrado los brazos de los huérfanos!
Mateo 23:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que por un lado hacen oraciones larguísimas en las calles y por el otro les roban las casas a las viudas! ¡Hipócritas! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! La Biblia Textual 3a Edicion [[]]° Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y por pretexto, hacéis largas oraciones; por tanto llevaréis mayor condenación. |
¡Habrás echado a las viudas sin ayudarles, y quebrado los brazos de los huérfanos!
»¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque ni entran al reino de los cielos ni dejan entrar a nadie!
¡Serpientes, crías de víboras! ¿Cómo van a escapar de la condenación del infierno?
Les quitan sus bienes a las viudas y luego ocultan ese hecho con largas oraciones para impresionar a los demás. Esos recibirán mayor castigo.
Pero el que no lo sabe y hace algo que merezca castigo, recibirá pocos golpes. A todo el que se le da mucho, también mucho se le exigirá; y al que mucho se le confía mucho más se le pedirá.
»Ellos les quitan sus casas a las viudas y a la vez hacen largas oraciones para impresionar a los demás. El castigo para ellos será peor».
Esas personas son los que se introducen en casas ajenas y engañan a mujeres tontas y cargadas de pecado, a las que les gusta correr en pos de sus pasiones;
porque hay muchos que son rebeldes, especialmente entre los que dicen que uno debe circuncidarse. Estos son también habladores y engañadores.
Hermanos míos, no procuren muchos de ustedes ser maestros, pues como ustedes saben, seremos juzgados con más severidad.
No hay mujer que se escape de sus lujuriosas miradas y no se cansan de cometer adulterio. Seducen a las personas débiles; son maestros en la avaricia y gente maldita.
Tan ambiciosos serán esos maestros que les dirán cualquier cosa con tal de sacarles dinero. Pero Dios hace tiempo que ha dictado sentencia contra ellos y su destrucción está por caerles encima.