No se dejen llamar “maestro”, porque sólo hay un Maestro: el Mesías.
Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
Y no permitan que nadie los llame “Maestro”, porque ustedes tienen un solo maestro, el Mesías.
Tampoco se dejen ustedes llamar Guía, porque ustedes no tienen más Guía que Cristo.
ni seáis llamados caudillos,° porque uno es vuestro Caudillo: el Mesías.
Ni consintáis que os llamen consejeros; que uno solo es vuestro consejero: Cristo.
Mientras más humildemente sirvamos a los demás, más grandes seremos. Para ser grande hay que servir a los demás,
No dejen que nadie los llame así. Sólo el Cristo es Rabí y todos los hombres están en el mismo nivel de hermanos.
Y no llamen a nadie en la tierra “padre”, porque el único digno de ese título es Dios, que está en los cielos.
―Vayan a la ciudad, a la casa de quien ya saben, y díganle que mi tiempo está cerca y que deseo celebrar la Pascua en su casa, con mis discípulos.
Hay diferentes maneras de servir a Dios, pero siempre es a un mismo Señor.