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Mateo 26:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

18 ―Vayan a la ciudad, a la casa de quien ya saben, y díganle que mi tiempo está cerca y que deseo celebrar la Pascua en su casa, con mis discípulos.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 —Al entrar en la ciudad —les dijo—, verán a cierto hombre. Díganle: “El Maestro dice: ‘Mi tiempo ha llegado y comeré la cena de Pascua con mis discípulos en tu casa’”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Jesús contestó: 'Vayan a la ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: El Maestro te manda decir: Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y Él dijo: Id a la ciudad, a tal hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cercano: en tu casa° celebro la pascua con mis discípulos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Él respondió: 'Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: 'El Maestro dice: mi tiempo está cerca; voy a celebrar en tu casa la cena de la Pascua con mis discípulos''.

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Mateo 26:18
18 Tagairtí Cros  

Si alguien les pregunta algo, díganle que el Maestro los necesita y que luego se los devolverá».


No se dejen llamar “maestro”, porque sólo hay un Maestro: el Mesías.


No dejen que nadie los llame así. Sólo el Cristo es Rabí y todos los hombres están en el mismo nivel de hermanos.


Los discípulos obedecieron y prepararon allá la cena.


«Como ya saben, dentro de dos días se celebra la Pascua, y me van a traicionar y a crucificar».


Sin pérdida de tiempo, el traidor se acercó a Jesús. ―Hola, Maestro —le dijo, y lo besó.


Mientras decía esto, llegaron de la casa de Jairo a darle la noticia de que su hija había muerto y decirle que ya no era necesario que siguiera molestando al maestro.


Yo estaba con ustedes en el templo todos los días, y sin embargo, no se atrevieron a arrestarme. Pero esta es ya la hora de ustedes, hora en que reinan las tinieblas.


Después de decir esto, Marta regresó a la casa y llamó a su hermana María. Le dijo en secreto: ―El Maestro está aquí y te llama.


Jesús les respondió: ―Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado.


La fiesta de la Pascua se acercaba. Jesús sabía que había llegado la hora de dejar este mundo para reunirse con el Padre. Él había amado a los suyos que estaban en el mundo, y los amó hasta el fin.


Al terminar de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.


Jesús le dijo: ―María. Ella se volvió y le dijo: ―¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro).


Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su tiempo.


Por eso Jesús les respondió: ―Para ustedes cualquier tiempo es bueno, pero todavía no ha llegado mi tiempo.


Vayan ustedes a la fiesta. Yo ahora no voy, porque todavía no ha llegado mi tiempo.


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