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Mateo 16:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―¡Apártate de mí, Satanás! —dijo Jesús mirando a Pedro—. ¡Me eres un estorbo! ¡Estás mirando las cosas desde el punto de vista humano y no del divino!

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Biblia Reina Valera 1960

Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús se dirigió a Pedro y le dijo: —¡Aléjate de mí, Satanás! Representas una trampa peligrosa para mí. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no desde el punto de vista de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero Jesús se volvió y le dijo: '¡Pasa detrás de mí, Satanás! Tú me harías tropezar. Tus ambiciones no son las de Dios, sino las de los hombres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces Él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Apártate de mi vista, Satanás! Me eres tropiezo, pues no piensas lo de Dios sino lo de los hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero él, volviéndose, le dijo a Pedro: 'Quítate de mi presencia, satanás, eres un tropiezo para mí, porque tu pensamiento no es divino, sino humano'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Él, volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí Satanás; me eres tropiezo; porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

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Mateo 16:23
19 Tagairtí Cros  

Después Dios le dijo al hombre: ―La tierra estará bajo maldición por tu culpa, pues le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto que te prohibí. Por eso, de aquí en adelante tendrás que trabajar muy duro para conseguir tu alimento.


―No hables de esa manera —exclamó David—. Este no es día para castigar, sino día de celebración. Una vez más soy el rey de Israel.


Satanás se levantó contra Israel, pues incitó a David a hacer un censo.


Él será su seguridad. Pero Israel y Judá han rechazado su protección y por tanto tropezaron contra la Roca de su salvación y yacen aplastados por ella. ¡La presencia de Dios entre ellos los ha puesto en peligro!


Pedro, inquieto, lo llamó aparte y lo reprendió: ―¡Dios guarde, Señor! —le dijo—. ¡A ti no te puede pasar eso que dices!


¡Ay del mundo y sus maldades! La tentación es, ciertamente, inevitable, pero ¡ay de la persona que tienta!


―¡Vete de aquí, Satanás! —le respondió Jesús—. Las Escrituras dicen: “Sólo al Señor tu Dios adorarás, y solamente a él le obedecerás”.


Pero Jesús le volvió la espalda y, mirando a los otros discípulos, reprendió a Pedro: ―¡Apártate de mí, Satanás! ¡Estás mirando las cosas como las ven los hombres y no como las ve Dios!


Jesús le contestó: ―La Escritura dice: “Adora al Señor tu Dios y sírvele sólo a él”.


Jesús les respondió: ―Yo los escogí a ustedes doce, pero uno de ustedes es un diablo.


Así que dejen de estarse criticando. Traten de vivir de tal manera que ningún hermano tropiece o caiga por culpa de ustedes.


Lo mejor que uno puede hacer es dejar de comer carne, beber vino o hacer cualquier cosa que pueda inducir al hermano a pecar.


El futuro de ellos es la destrucción, porque su dios es su propio apetito y están orgullosos de lo que debería darles vergüenza. Sólo piensan en las cosas de este mundo.


Llenen sus pensamientos de las cosas de arriba y no en las cosas de este mundo.