Cualquiera que hable mal del Hijo del hombre, será perdonado; pero el que hable mal contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en este mundo ni en el venidero.
Mateo 13:40 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 De la misma manera que los segadores separan el trigo de la mala hierba y queman esta, en el fin del mundo Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Biblia Nueva Traducción Viviente »Tal como se separa la maleza y se quema en el fuego, así será en el fin del mundo. Biblia Católica (Latinoamericana) Vean cómo se recoge la maleza y se quema: así sucederá al fin del mundo. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, así como la cizaña es recogida y consumida con el fuego, así será en la consumación del siglo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues lo mismo que se recoge la cizaña y se quema en el fuego, así sucederá al final de los tiempos: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así como la cizaña es recogida y quemada en el fuego; así será en el fin de este mundo. |
Cualquiera que hable mal del Hijo del hombre, será perdonado; pero el que hable mal contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en este mundo ni en el venidero.
El terreno lleno de espinos es el corazón del que escucha el mensaje, pero se afana tanto en esta vida que el amor al dinero ahoga en él la Palabra de Dios, y cada vez trabaja menos para el Señor.
El enemigo que sembró la mala hierba entre el trigo es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Así sucederá cuando llegue el fin del mundo. Los ángeles vendrán y separarán a los malos de los justos
Una vez sentados en las laderas del monte de los Olivos, los discípulos le preguntaron: ―¿Qué acontecimientos indicarán la cercanía de tu regreso y el fin del mundo?
y enséñenles a obedecer los mandamientos que les he dado. De una cosa podrán estar seguros: Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
Estos incidentes ocurrieron para servirnos de ejemplo; son una advertencia y fueron escritos para nosotros que vivimos cuando el mundo se aproxima a su fin.
Si así hubiera sido, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde que el mundo fue creado. Pero ahora, al final de los tiempos, se ha ofrecido una sola vez y para siempre para acabar con el pecado por medio de su propio sacrificio.